Marta Fernández, mujer de Jaime Martínez-Bordiú, celebra su primera comunión

Marta Fernández, la mujer de Jaime Martínez-Bordiú, celebra el domingo por la tarde su primera comunión en una iglesia de Marbella. Tal y como ha podido confirmar Vanitatis, después ha organizado una fiesta en AÜA Playa, el chiringuito de lujo que ha inaugurado este verano, el pasado mes de junio, diseñado por el arquitecto Joaquín Torres. Un beach club que se ha convertido en uno de los lugares de moda de la Costa del Sol.

Puestos en contacto con Marta ha explicado por qué ha elegido esta fecha para celebrar por primera vez el sacramento de la Eucaristía: “Llevo tiempo preparándome para este día. Me hace mucha ilusión. Es una fecha muy importante para mí. No la hice de pequeña y doy una pequeña celebración con los más amigos, como hacen los niños. Fue Jaime el que me fue llevando a la iglesia, a la Semana Santa y ahora he querido hacer la Primera Comunión que da fuerza cuando hay tragedias". Marta insiste en que es un acto religioso, privado y muy serio.

A la fiesta que seguirá la liturgia acudirán amistades del matrimonio como Dionisio Hernández Gil, dueño de Trocadero, Patricia Olmedilla, Gonzalo de la Cierva, Hubertus Hohenloe y su primo Joaquín, Javier Tudela, exmarido de Makoke y Raquel Bernal, entre otros.

De hecho, fue en la imponente casa de Punta Cana de esta empresaria venezolana, exmujer de Álvaro Muñoz Escassi, donde la protagonista de esta historia celebró su despedida de soltera en plena Semana Santa. En aquel momento, el novio no estaba presente, ya que se había quedado en Madrid para participar en una montería.

Una boda 'secreta'

Días después, celebraba por sorpresa en Madrid su boda con Jaime Martínez-Bordiu en una notaría en el corazón del barrio de Almagro a la que solo acudieron los testigos imprescindibles entre los que se encontraba Paloma Segrelles (hija). No querían que hubiera filtraciones y una vez comprometidos legalmente, fue el novio el que confirmaba a Vanitatis la noticia, “Sí, nos hemos casado y ya haremos cuando se pueda una gran fiesta”.

Para muchos de los amigos que no formaban parte del círculo más íntimo fue, como decíamos, toda una sorpresa. No así para la familia directa, que estaba al tanto de la decisión de la pareja aunque, eso sí, desconocían la fecha exacta.

Por fin cumplieron con el pacto que tenían: casarse en cuanto las condiciones lo permitieran. “Muchos pensábamos que ya lo habían hecho con anterioridad. Jaime la presentaba como su mujer y Marta, a sí misma, como señora de Martínez-Bordiú” aseguraban fuentes del entorno por aquel entonces en conversación con Vanitatis.

Marta y Jaime llevaban diez años juntos y en varias ocasiones habían pospuesto la boda. La penúltima vez, por la muerte de Carmen Franco, la siguiente por la pandemia y una tercera vez por la exhumación del abuelo del Valle de los Caídos. La familia no estaba para muchas celebraciones en aquellas fechas.

Tras rubricar el documento, se desplazaron a un restaurante con los testigos. La primera comunión de Marta Fernández servirá también para festejar la boda.

La pareja se conoció por casualidad en una fiesta a la que ambos estaban invitados. No había amigos comunes y fue la propia Marta la que se acercó, según cuenta Jaime “Nunca nos habíamos visto antes. Ella vivía en Vigo y yo en Madrid. Empezamos a hablar y me dijo que era una admiradora de mi abuelo. Así empezó lo nuestro”.