Lara Dibildos, arropada por Álvaro Muñoz Escassi en el funeral de Laura Valenzuela

El lunes 17 de abril se cumplirá un mes del fallecimiento de Laura Valenzuela. Cuatro días antes, Lara Dibildos ha querido rendirle su primer homenaje a su madre con un funeral en la iglesia de los Sagrados Corazones, en el que se ha encontrado arropada por diversos rostros conocidos, como su expareja Álvaro Muñoz Escassi o el presentador Pepe Navarro. Un templo cerca del domicilio que madre e hija compartían y también del estadio del Real Madrid, del que José Luis Dibildos, el padre y marido, fue durante años un habitual.

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“Es un día muy duro. Es muy triste y aún tengo la cabeza dispersa. Acostumbrarse a las ausencias es difícil”, explica Lara a Vanitatis. A pesar de ser momentos complicados, la actriz no pierde el sentido del humor. Su hijo mayor no ha podido viajar hasta España para estar presente en este momento, pero sí lo ha hecho el pequeño, que estudia en Estados Unidos y se encuentra en periodo de vacaciones de Semana Santa.

“Fíjate cómo tendré la cabeza que tenía preparada la ropa de mi hijo para la misa y resulta que ha dado tal estirón que no le cabe nada: ni los zapatos, ni la chaqueta. Es muy bueno y no se ha quejado”, nos comentaba minutos antes del acto religioso.

La liturgia estaba prevista a las siete de la tarde y comenzó con el 'Ave María'. Durante la misa también se escucharon algunas de las canciones preferidas de la mítica presentadora de televisión, entre las que han destacado un tema en italiano, góspel y, para terminar, un recuerdo al lugar de nacimiento de la presentadora y actriz. “Mi madre era de Sevilla y se emocionaba cada vez que escuchaba la Salve Rociera. Por eso la hemos elegido. Ella era muy de la Virgen del Rocío”, explica Dibildos a Vanitatis.

Laura Valenzuela, Laurita para el gran público de aquellos años, en realidad se llamaba Rocío. Ese era su nombre de pila porque sus padres y su familia también eran muy devotos.

Decíamos que este no será el último homenaje, sino el primero de muchos. Una de ellos tendría que ver con un documental donde aparecerían las grandes estrellas que conformaron la televisión de aquellos años.

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Uno de los grandes rostros de la tele

Laura fue uno de los rostros más significativos de aquellos tiempos en que se pasó del blanco y negro al color. Al recuperar aquellos años dorados donde Laurita, que así la llamaban, era una de las estrellas de la única cadena pública que había, vemos que representaba la alegría y el buen hacer.

La reina Sofía era una de sus seguidoras cuando presentaba programas con Joaquín Prat y aparecía en el Festival de Eurovisión. Se retiró en dos ocasiones. Una por amor y la otra porque quiso vivir la vida junto a sus hija y sus nietos; para que el público la siguiera recordando como ella quería. Su figura queda reflejada en el cariño que los ciudadanos le han demostrado a lo largo de tantas décadas y ahora a su hija, que tiene en su ADN la educación, el respeto a la información y el amor a todo lo que tenga que ver con la actividad que representaron sus padres.