Laura Valenzuela cumple 90: Igartiburu, Prat, Parada... nos cuentan sus vivencias con ella

El 25 de noviembre de 2006, Laura Valenzuela grababa su último trabajo ante las cámaras en el auditorio del Fórum de Barcelona (aunque posteriormente intervino en algún 'Cine de barrio' y recogió en 2012 el Premio Iris de la Academia de Televisión). Una gala para celebrar el 50 aniversario de TVE, cadena que ella misma vio nacer, que se emitiría el 7 de diciembre siguiente, con un impresionante dato de audiencia: 4.791.000 espectadores y un share del 33,90%. La emoción y el recuerdo fueron claves en este espacio en el que estuvo acompañada en las labores de presentación por Paula Vázquez y Anne Igartiburu, quien no tiene más que palabras de elogio para su compañera.

"Para mí ha sido un referente en todos los sentidos. La admiro y la quiero mucho. Además cumplimos años el mismo día. Es un referente por muchos motivos, cuando presentó el Festival de Eurovisión, cuando presentó con los pantalones, cuando le pusieron una especie de velo debajo de los encajes para presentar... Todas las cosas que ha ido superando como mujer en el ámbito de la comunicación", nos dice la presentadora de 'Corazón', cuyo legado y presente profesional está también muy ligado a la televisión pública.

Anne Igartiburu, gran admiradora

Anne hace también una reflexión sobre los momentos en los que Laura decidió dejar aparcada su carrera (cuando se casó con el emblemático productor José Luis Dibildos, fallecido el 12 de junio de 2002) y cuando decidió retirarse precisamente tras esta gala, que de alguna manera podemos considerar como su testamento profesional: "La admiro por saber también decir 'ya me quedo en casa' sin aparecer tanto, por sus motivos personales o por lo que sea. Ser consciente de su capacidad y de volcarse en su familia. Quizás ahora llama mucho la atención que en un momento determinado al casarse, también por ser la época que era, se cortó bastante su carrera profesional. Me imagino que sería un pacto al que llegaría con su pareja. Me llama la atención porque sería una decisión o bien dada por las circunstancias de la sociedad o bien una decisión propia, personal y totalmente libre. No hay que desdeñar tampoco su carrera como actriz y todo lo que hizo".

Otro momento que no pasa por alto la presentadora vasca es la XIV edición del Festival de Eurovisión, que se celebró en el Teatro Real de Madrid el 29 de marzo de 1969 después del épico triunfo el año anterior de Massiel con 'La, la, la', y que tuvo a Valenzuela de maestra de ceremonias. "Quiero destacar su gran capacidad profesional, los idiomas y todo lo que se volcó en hacer las cosas. Y como anécdota, me parece algo curioso que no le pagaran nada cuando presentó Eurovisión", destaca Igartiburu.

Los recuerdos de Joaquín Prat

Una figura clave en la carrera de Laura Valenzuela fue Joaquín Prat, con quien formó una pareja televisiva mítica, con los programas 'Contamos contigo' y 'Galas del sábado', que se emitió con un éxito espectacular entre 1968 y 1970. Para recordar esos años de oro de la pequeña pantalla hablamos con el hijo del emblemático presentador, que en la actualidad compagina 'El programa de Ana Rosa' con 'Cuatro al día'. Antes que nada, lo primero que hace es poner en valor su enorme legado profesional: "Laura Valenzuela fue la gran pionera de la televisión en España, la primera mujer en tener relevancia en este medio, la que allanó el camino de las miles de mujeres que después de ella se dedican y se han dedicado a este mundo".

Respecto a la relación profesional con su padre, Joaquín Prat nos desvela que "siempre dijo que jamás tuvo mejor compañera de trabajo, que ambos entendieron que el éxito de 'Galas de sábado' se debía a ambos por igual, que nunca tuvo una mala palabra, que era muy fácil trabajar con ella porque se divertían mucho juntos, y que jamás tuvieron un idilio como muchos espectadores de la época pensaban. Con pocas personas del medio veía a mi padre tan cómodo y tan a gusto como con Laurita, que es como se refería a ella. Siempre dijo que ella entendía su trabajo en los medios como un maravilloso regalo de la vida, que debía servir para estar cerca de la gente".

El sueño cumplido de José Manuel Parada

Son muchas las ocasiones en las que los caminos de José Manuel Parada se han cruzado, pero el periodista gallego ya la admiraba desde mucho antes de conocerla en persona: "Como todo el mundo de mi generación, la conocí de verla por la tele. Me encantaba verla en 'Galas del sábado' con Joaquín Prat. Fíjate que cuando trabajaba en la COPE, recién llegado a Madrid, hicieron un programa los dos juntos que se llamaba 'Ganas de sábado' y la productora era la sobrina de Manolo Escobar, Ana García Lozano. Aunque yo hacía mi programa con Carlos Herrera, les pedí hacer una colaboración con ellos porque era la ilusión de mi vida. Fue maravilloso y nos hicimos muy amigos".

Son muchos los recuerdos que el presentador comparte con nosotros: "Después volví a coincidir con Joaquín Prat en Radio Nacional, pero por Laura siempre he tenido una debilidad. Cuando empecé en TVE el programa de las galas, la primera fue dedicada al Festival de Eurovisión y llamé a Laura porque quería presentarlo con ella. Se llamaba 'Lo mejor de Eurovisión' y juntamos a todos los que habían representado a España. Después, cuando tuve una película suya en 'Cine de barrio', ella siempre vino. También vino Dibildos y Laura me llamó un día para decirme: 'No le llames más para tu programa porque él va como loco, porque dais merienda'. Él tenía diabetes y en casa le tenían a régimen. 'Le dais todo lo que no puede comer y le encanta, y después se me pone dos días malo', me comentaba Laura con cariño e ironía".

Quién mejor, por cierto, que José Manuel, creador del emblemático 'Cine de barrio', que presentó entre 1995 y 2003, para valorar como actriz a Valenzuela: "La recuerdo ya en 'La violetera' junto a Sara Montiel. Todo lo que ha hecho lo ha hecho bien. Es un caso especial en esta profesión. Ha hecho películas cantando, recuerda lo de 'El agua está fresquíbiris', que hizo popular 'La que se avecina' y que ella cantaba en la película 'Falda menguante, pierna creciente'; ha bailado, ha presentado, ha hecho, radio, televisión, cine... Nunca nadie puede decir que no ha estado correcta. Como persona le tengo un cariño inmenso y como profesional, admiración absoluta. Nunca se ha pasado de moda".

El gran cariño de Leticia Sabater

Tras casarse con Dibildos el 27 de marzo de 1971, Laura se apartó por completo durante casi dos décadas del trabajo, hasta que regresó por la puerta grande a Tele 5 para presentar el programa 'Telecinco, ¿dígame?', que se mantuvo en antena entre 1990 y 1992. En ese espacio trabajaba Leticia Sabater, quien habla con entusiasmo de Laura: "Yo hacía 'A mediodía, alegría', que estaba dentro de 'Telecinco, ¿dígame?', que es el programa que presentaba ella. Es de las personas más maravillosas con las que he trabajado, educada, dejándote hacer tu trabajo sin meterse de ninguna manera. Y además hay algo que tiene mucho valor, de todo el programa, lo que más audiencia tenía era mi espacio, que duraba una media hora. Jamás hubo ningún tipo de rivalidad ni ella demostró que podía estar de alguna manera celosa, para nada. En todo momento fue una señora simpatiquísima, cariñosísima... Todo lo que puedo decir son buenas palabras y hubiera trabajado con ella mil veces más. Estoy superorgullosa de haber trabajado con ella".

Sabater incide especialmente en las cualidades humanas de la presentadora: "Yo estaba empezando y ella tenía muchísima más carrera que yo. Nunca me hizo sentir que era una principiante a su lado. La quiero muchísimo. Aunque ahora hace tiempo que no la veo, si nos cruzáramos las dos nos sonreiríamos y lo primero que haría sería preguntarme cómo me va. Sé que le he caído muy bien y que me ha deseado lo mejor. No necesitaba decírmelo, porque con una mirada sabía lo que pensaba".

Pareja de éxito con Agustín Bravo

A consecuencia del éxito del mencionado programa, Tele 5 siguió confiando formatos a Laura Valenzuela, que gozaba de una enorme popularidad y uno de sus compañeros fue Agustín Bravo, quien también incide en la misma línea de todos los que han trabajado con ella: "Empezamos con 'Se acabó la siesta', y no sé qué pusieron en la competencia y nos cambiaron a por la mañana y se llamaba 'Date un respiro'. Hay varias personas en televisión con las que tomaba notas, una de ellas era Joaquín Prat padre y también ahora con Joaquín hijo. También José María Íñigo, que no llegué a trabajar con él aunque estábamos en la misma cadena. Y por supuesto, Laura, con quien trabajé junto a Pepe Regueira, que era un mago que murió el año pasado, y Carmen Sevilla. Era un momento en la tele que firmaría por que volvieran ese tipo de programas. Laura le sabía dar ese toque familiar pero elegante, porque siempre ha sido elegantísima. Sabe llevarse al público de calle. Tiene unos detalles en los platós que solo los tienen las grandes".

Bravo, quien actualmente trabaja en 'Herrera en Cope + Sevilla' y fue una de las máximas estrellas de Tele 5 gracias también a 'Telecupón', que presentaba con Carmen Sevilla, incide en la carencia de divismo de la gran presentadora: "Es una persona fantástica, que siempre se ha preocupado de sus compañeros. Sabía que es un producto de equipo, en el que estábamos todos embarcados. Dejaba su sitio a absolutamente todos y daba lo mejor de sí. Creo que es de las personas que mejor ha captado la filosofía de hacer televisión en nuestro país. Solo hay que ver imágenes suyas de los años 70, que era una pipiola, ya tenía el peso, la simpatía y la comunicación que tienen los grandes. Eso lo ha conservado a lo largo de toda su trayectoria".

La reflexión de Teresa Viejo

Tras su paso por Tele 5, Laura Valenzuela regresaba en 1996 a la que había sido su primera casa para ponerse al frente de 'Mañanas de primera', junto a su hija, Lara Dibildos, Tate Montoya y Teresa Viejo, entre otros. La periodista nos comenta que "guardo un recuerdo muy cariñoso y con profunda admiración. Es una mujer con un interiorizado sentido de sus exigencias profesionales. En el sentido de que siempre daba lo mejor de ella misma, de una autoexigencia buena, de ofrecer todo lo que llevaba dentro. Era muy buena trabajando en equipo, muy moderna, muy revolucionaria, con una gran capacidad de adaptarse a los nuevos lenguajes. No tenía ningún tipo de impostura. Era muy natural desde su capacidad de conectar con diferentes sectores sociales y edades".

Teresa, que tiene una extensísima carrera como escritora, en televisión, radio y prensa escrita, además de haber sido la única mujer en dirigir la recordada revista 'Interviú', valora mucho el trabajo que realizó a su lado: "Fue una experiencia muy grata. Ella quizás no era consciente en ese momento de ser una leyenda, pero yo sí lo era de estar trabajando al lado de una. Además, físicamente era un animal con una telegenia brutal. Era hipnótica. Cuando la miras no puedes quitarle los ojos de encima. Siempre iba por delante de su tiempo. Es muy elegante en todo; tiene la elegancia interiorizada en sus movimientos, en su forma de expresarse y estar en el mundo. El concepto de presencia lo tiene de manera natural. La percepción que tienes de ella es que controla todo sin ningún esfuerzo".