Muere Laura Valenzuela a los 92 años: adiós a una cara histórica de la televisión

Decimos adiós a una de las caras más históricas de la televisión, una de esas que seguía teniendo el cariño masivo de la gente a pesar de llevar retirada de la vida pública desde hacía más de 10 años. Laura Valenzuela ha muerto en Madrid a los 92 años de edad este viernes 17 de marzo, tal y como han confirmado fuentes de la familia a los medios de comunicación, muy pendientes de ella desde hace algunos días por su ingreso en el hospital La Princesa de Madrid, tras su paso anterior por otro centro debido a una infección.

Rocío Espinosa López-Cepero, que era su verdadero nombre, nació en Sevilla, pero vivió en Madrid toda su vida. Siendo una adolescente, empezó a ganarse el sueldo en diferentes trabajos, incluyendo el de modelo, que después le abriría las puertas al mundo del cine y la televisión. Mundo por el que, precisamente, se convertiría en una de las caras más conocidas y queridas de nuestro país. Han sido muchos los formatos con los que se ha atrevido, haciendo historia al convertirse en la presentadora del único Festival de Eurovisión celebrado en España.

Precisamente, cuando se le preguntaba en alguna ocasión por aquel momento, siempre recordaba una anécdota. Y es que antes de comenzar aquel festival de 1969, quiso preguntar a uno de los 'mandamases' de la gala qué pasaría si había un empate entre dos países. "Señorita, eso es imposible", fue la respuesta que obtuvo y en la que detectó cierta condescendencia por su sexo y su juventud. Laura nunca olvidó la respuesta, como tampoco ese histórico empate de nada menos que cuatro países, que le dio la razón frente a ese señor arcaico y que la trató como si fuera ignorante, según sus propias palabras.

Es solo una de las muchas anécdotas que Laura Valenzuela vivió durante su carrera, que comenzaba en 1953 y terminaba en la década de los 2000, cuando comenzaron a menguar sus apariciones, tanto públicas como en televisión. Sí regreso a TVE, donde empezó su carrera televisiva, para presentar la gala del 50º aniversario de la cadena, precisamente por haber sido una de las caras históricas de la misma. El ente público le devolvía su sitio en la pequeña pantalla, haciendo ver que la historia de TVE no se entiende sin ella.

Eso sí, a pesar de que su vida profesional era un éxito tras otro, no quiso renunciar a su vida familiar y se retiró durante un tiempo tras nacer su única hija. Laura se había casado en 1971 con José Luis Dibildos después de más de una década de relación. Solo unos meses después nació Lara, fruto de la unión de la que en ese momento era la cara más conocida de la televisión y uno de los productores más poderosos del momento.

Ha sido Lara, precisamente, la que en los últimos años ha ido dando actualizaciones sobre el estado de salud de su madre, que se retiró definitivamente de la vida pública en 2012. Desde entonces, hemos sabido muy poco de ella, pero no faltaban esas llamadas de la prensa cada 18 de febrero, por su cumpleaños, para felicitar a la presentadora y saber de ella. Siempre la respuesta de su hija era más o menos la misma. Laura Valenzuela estaba bien, tranquila y con la salud algo delicada, nada extraño en una persona de su edad.

Nada comparado con el susto que tuvo en 2005, cuando tuvo que ser operada en Houston tras ser diagnosticada de cáncer. La historia, además, ya se había vivido en la familia, puesto que Lara también sufrió cáncer de tiroides a principios de los 90, con apenas 20 años. En ambos casos, la una ha sido el gran apoyo de la otra, haciendo equipo contra un bache que pudieron superar sin muchos problemas.

Su hija y sus dos nietos, Fran y Álvaro, han sido para Laura Valenzuela su gran alegría en los últimos años, especialmente desde que falleciera su marido, hace ya más de dos décadas. Ahora, Lara Dibildos y sus dos hijos despiden a una adorada madre y abuela, que tenía el respeto de todos. Y el país despide a la que fue una de las caras más conocidas del mundo de la televisión, considerada la primera presentadora de la historia.