Claudia Osborne, feliz en la boda de un familiar: su look de invitada y el vestido de la novia

La hija pequeña de Bertín Osborne y Sandra Domecq, Claudia Osborne, está feliz de haber regresado a España tras pasar seis emocionantes meses viviendo en Australia junto con su marido, José Entrecanales.

“Adiós Melbourne, te vamos a echar muchísimo de menos", escribió hace unos días en su cuenta de Instagram a modo de despedida.

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Álvaro Rey

A pesar de la nostalgia que desprendían sus palabras, Claudia está emocionada de haber regresado a su país. Así lo confesó ella misma cuando ambos, que se casaron en 2021 y que tienen una hija en común, Micaela, protagonizaron su primera aparición pública desde su regreso. Juntos acudieron a la boda de un familiar que se casaba en la Iglesia Parroquial de San Marcos de Jerez de la Frontera (Cádiz). Se trató del enlace de Elena Domecq, hija del ganadero Gonzalo Domecq, y Amaro González de Mesa.

Poco a poco, Claudia va reencontrándose con familiares y amigos que hacía tiempo que no veía, y en esta ocasión la cita fue de los más emotiva, pues tanto ella como el resto de invitados celebraban el amor de un ser querido.

Emocionada de estar en España, la hija de Bertín Osborne quiso, sin embargo, hacer un guiño al país que la ha acogido estos últimos meses, Australia, luciendo un vestido largo de la firma australiana Zimmermann. Sus fundadoras, las hermanas australianas Nicky y Simone Zimmermann, abrieron tienda en Madrid el año pasado y han logrado que numerosas famosas de nuestro país caigan rendidas a sus pies.

El diseño lucido por Claudia Osborne formaba parte de la colección Wonderland y destacó por su original estampado floral en tonos verdes, amarillos y naranjas, así como frases en inglés. El corte evasé y la tela de seda lograron que la pieza, valorada en 1.750 euros, se amoldara a la perfección a la silueta de Claudia, aportando un toque fluido y muy elegante.

Claudia se mostró muy cariñosa con la novia durante el enlace. Tanto ella como el resto de invitados se mostraron radiantes de felicidad por la emoción que mostraban los novios.

Elena Domecq llegaba a la iglesia muy sonriente, en un coche clásico y acompañada de su padre. Para este día tan importante en su vida, escogió un vestido con un original cuerpo de tul ajustado, con escote que dejaba los hombros al aire y con manga francesa ajustada, así como falda fluida con detalles de líneas verticales.

Para el peinado se decantó por un recogido bajo del que nacía un largo velo de tul. Completó su look nupcial con un ramo de rosas blancas y pequeñas flores silvestres en tono morado.

Tras la ceremonia, ella y su ya marido, Amaro González de Mesa, salieron de la iglesia bajo una lluvia de confeti blanco. En la puerta saludaron a sus invitados con gran emoción y sellaron su amor con un romántico beso que tanto Claudia como el resto de asistentes aplaudieron.