Ana Garcés y Josep Cister celebran los 200 capítulos de 'La Promesa': hablamos con ellos de la serie y el éxito de la misma

El panorama televisivo nacional lleva unos meses marcado por los cambios y la incertidumbre. Se dice que el espectador es cada día más inteligente y exigente, y eso hace que no todos los formatos o propuestas funcionen bien. Por ello, ‘La Promesa’, una producción de Bambú de tira diaria que se emite en la sobremesa de TVE, ha sido toda una revelación, pues desde que se emitiera su primer capítulo el pasado 12 de enero, los datos diarios no han hecho más que acompañar a esta propuesta en la que los detalles marcan la diferencia. Este viernes 29 cumple 200 capítulos en antena, la misma semana en la que ha logrado superar su propio récord de audiencia.

Se trata de una serie de época, ambientada en el momento de la Restauración, y en la que, según las costumbres y formas de vivir de entonces, se va desgranando una historia familiar con muchas aristas.

Su creador y productor ejecutivo Josep Cister ha explicado a Vanitatis cómo nace la idea de esta trama: “Yo tenía dos ideas muy diferentes antes de que me encargaran esto, y cuando llegó el encargo pensé un poco qué querría ver la gente en esa franja horaria. Y, por un lado, a mí me apetecía hacer algo sobre los arranques de la aviación en España y por ahí nace el personaje de Manuel. Y, por otro lado, la historia de una chica a la que le han robado a su familia en el pasado y ahora busca venganza. Para mí eran dos historias completamente separadas, hasta que de repente un día pensé: '¿Y si esto es la misma serie?'. Y así comenzó todo”.

Cuando empezó a emitirse, todo el equipo fue consciente de que la audiencia les acompañaba, pero su creador explica que no fue hasta principios de septiembre, cuando el equipo acudió al FesTVal de Vitoria (donde se produce un encuentro entre prensa, actores y creadores para presentar los contenidos televisivos de la temporada), cuando vieron hasta dónde habían llegado.

“Cuando estuvimos allí, en la alfombra roja con los actores, nos dimos cuenta del fenómeno que estaba siendo la serie y que la seguía desde gente de cuatro años hasta gente de 80, había gente de todos los tipos. Tardamos dos horas y media en salir de esa alfombra, de hecho tuvimos que salir dos veces, todo el mundo quería fotos con los actores, fue una locura muy bonita y fuimos conscientes del cariño de público. A Ana le han pedido incluso fotos niños de cinco años”, explica el productor.

Algo por lo que Ana Garcés, su protagonista, está muy agradecida. A sus 23 años, trabajaba en una tienda cuando la llamaron porque había sido seleccionada por el equipo de casting para ‘La Promesa’. Ella se ha formado como actriz, ha trabajado en teatro y en diferentes cortos, pero esta serie supuso su primer gran trabajo en la industria. “Cuando conocí el elenco no podía creérmelo. Empecé a hacer los ensayos con compis como María Castro o Joaquín Climent y estaba completamente atacada, y luego empecé a darme cuenta de que era gente normal y que no pasaba nada (se ríe). Después llegó el momento ‘rodaje’ y, claro, ver tres cámaras a la vez, un set tan grande… Yo estaba nerviosa y tuve que afrontarlo desde la profesionalidad e intentar relajarme olvidándome de dónde estaba porque si no se me hacía muy grande, aunque me han ayudado mucho y me han hecho sentir muy arropada”, nos cuenta la intérprete de Jana.

Después de casi un año en el proyecto, confirma que lo que más le cuesta es “estar tranquila y no frustrarse ante la presión”. Algo a lo que seguro la ayuda su compañero Arturo Sancho, Manuel en la ficción, al que considera casi un hermano, aunque se había publicado que en principio no se llevaban tan bien. “Arturo y yo somos dos personas totalmente diferentes, pero parecemos hermanos, tenemos una relación pique en la que él es muy intenso y ama todo lo que hace y todo lo expresa, y yo le digo: ‘¿Pero puedes dejar de expresar y ayudarme a esto o a lo que sea?’. Es un poco como mi hermano mayor”, aclara. Es importante para ella tener apoyos, pues su vida ha cambiado mucho en el último año.

Ahora la reconocen por la calle y le piden fotos y autógrafos, y eso es algo a lo que no es fácil acostumbrarse: “Es algo muy impactante”, confiesa. “Al principio no entendía muy bien por qué querían fotos conmigo o verme, pero ahora lo vivo con muchísima ilusión porque he comprendido que nuestro trabajo es meternos en casa de la gente todas las tardes y entonces es normal que les haga ilusión ver a las personas que ven todas las tardes. Entiendo que quieran vernos, nos preguntan mucho qué va a pasar con Jana y Manuel, con Cruz, y eso me anima mucho a seguir trabajando”, explica contenta.

Ella misma dice que está enganchada a la serie. Cuando rueda no se entera de todas las tramas y al verla va descubriendo muchas cosas a la vez que el público. Eso sí, aún le parece raro a veces verse vestida de época, y eso que se caracteriza a diario y lleva mucho trabajo: “Tardo casi una hora para llegar a ser Jana. El pelo es un proceso muy largo, es una cosa muy minuciosa, y luego todos los procesos de maquillaje y todos los procesos de vestuario, que tienes mil capas, el corsé, las enaguas… Al principio me sentía muy extraña vestida con todo, ahora estoy muy acostumbrada y a veces cuando me quiero dar cuenta lo llevo todo puesto y pienso: ‘Pero, bueno, ¿quién soy?’. Y me da un poco de vergüenza”, dice entre risas.

Nos cuenta además que le encantaría volver a hacer teatro, estrenarse en el cine y sobre todo seguir trabajando, pero ahora está centrada en ‘La Promesa’ y lo que quiere es que continúe funcionando como lo hace, superando el 14% de 'share' y llegando al corazón de jóvenes y mayores cada tarde como lo han hecho los últimos casi diez meses.