Toñi Moreno habla de su sexualidad, su hija y su nuevo proyecto empresarial en medio de la polémica

A lo largo de su vida profesional, Toñi Moreno nunca se ha visto envuelta en conflictos, debido a su carácter afable y cercano. Es más, si por algo es reconocida es porque una de sus características a la hora de entrevistar es el uso del humor. Precisamente, este recurso le ha jugado una mala pasada en su programa de Canal Sur ‘Hoy en día’, donde se atrevía a comentar a una tiktoker su cambio físico. Posteriormente, la joven mostró su disgusto al respecto en redes en un vídeo que se hizo viral. Así, Toñi se disculpó: "Bella, no era mi intención hacerte daño. Lo último que yo hubiese querido en la vida es provocar un mínimo dolor. Creo que te debo una disculpa, estuve desafortunada. Hice una broma... Todos me conocéis, yo bromeo mucho”, comentó.

Sin embargo, la historia tuvo un final feliz, como se recogía en la entrevista que mantuvo con Ana Rosa Quintana en 'TardeAR'. Este asunto, solucionado y que “no tiene más recorrido”, tal y como aseguraba a Vanitatis, la ha convertido en protagonista de la actualidad. A esto se ha sumado el reportaje publicado en la revista 'Shangay' de este mes de enero, donde aparece envuelta en la bandera LGTBIQ+. Una entrevista, realizada por Nacho Fresno, en la que narra su trayectoria vital, su evolución personal y sexual o el coste de la maternidad en solitario y que, hoy, recogemos en Vanitatis.

“No quiero que pase por el calvario que yo pasé. Quiero que sea libre desde pequeñita de decidir con naturalidad qué es, cómo se siente, de quién se enamora y que no tenga tantas pajas mentales como tuve yo. Quiero que no tenga miedo a preguntar, a sentir, a experimentar. Y sí que es cierto que a mí mi hija me ha impulsado a dar un paso al frente. Quiero que se sienta orgullosa de la familia que tiene, del origen de su vida, de por qué está aquí y de cómo es su madre”, relataba.

En la revista se recuerda que fue Laura Pausini quien dio a conocer su salida del armario. Moreno aclaraba que nunca había sentido la necesidad de esconder su sexualidad y en ese sentido tampoco de colocar un altavoz. “No sé qué hacía yo intentando tapar el sol con un dedo. La verdad es que me quitó como treinta kilos de encima. Pensé, ¿por qué pretendes ir por la vida como no eres tú? Si es que no tiene ninguna importancia, se la daba yo. Nunca he sentido que estaba en un armario”, expresa a 'Shangay'.

“No tenía que dar explicaciones a nadie sobre de quién me enamoraba o con quién me acostaba. María del Monte siempre insiste en que los heteros no van diciendo 'oye, soy hetero'. Pues esto es lo mismo. Nunca he sentido que yo tuviera que compartir eso, que me parece intimísimo, que es el tema de la sexualidad. Me estoy refiriendo a la etapa en la que me atreví a vivirlo, porque también tuve una en la que ni siquiera me atrevía a hacerlo. Yo estudié en un colegio de monjas hasta los catorce años. Y fueron muchos años en los que no estaba a gusto ni con lo que yo sentía ni con quién me atraía. Y fue un sufrimiento hasta que yo dije 'chica, igual te gustan las niñas, o igual te has enamorado de esta amiga tuya, que piensas que es súper amiga tuya y con la que tienes tanta afinidad… A lo mejor no es afinidad y es amor'. En nuestra época (yo tengo cincuenta tacos) no se hablaba, y menos en un colegio de monjas, donde todo era pecado”, continúa en su conversación.

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Para Toñi Moreno, fue un proceso largo, como cuenta en la revista, y de saberse apoyada siempre por sus padres. “Por mi educación católica, por todo. Y fíjate, con el tiempo descubrí que estaba más en mi cabeza que en mi entorno. Cuando yo le cuento a mi padre –que era un hombre de campo, que no había ido al colegio–, a mi madre –que había trabajado como una mula en casas limpiando, cuidando gente–, su respuesta fue 'hija mía, eso lo sabemos nosotros y lo que queremos es que seas feliz'. Nunca he sentido rechazo en mi entorno, era más yo: el no aceptarme yo. Hasta que de repente tienes que aceptar lo que sientes, porque si no es así no vas a ser una persona feliz”, apunta.

En conversación con Vanitatis ha explicado que el hecho de haber tardado tanto tiempo en hablar abiertamente tiene que ver con su actual estado emocional. “Creo que ahora era el momento. Me encuentro muy bien, feliz con mi hija y con mi trabajo. Hablar de cómo estoy, cómo me siento y cómo he vivido mi sexualidad a lo largo de mi existencia es lo que he hecho”, nos asegura.

Además, también aborda las dificultades que supone la maternidad. “Es complicado ser madre, trabajar y conciliar; da igual la sexualidad. Si fuera hetero sería igual de complicado. No hay ayuda para trabajar y para sacar a tu hija adelante. La maternidad en solitario es complicadísimo. Mucho más duro de lo que me había imaginado. Y yo soy una privilegiada: tengo un trabajo, puedo tener una persona que me ayuda cuando estoy grabando… Pienso en la cantidad de madres y padres que están solos, con un sueldo mileurista y no sé cómo lo hacen. Es un acto heroico, independientemente de la sexualidad”, dice a la revista 'Shangay'.

Por último, una de sus últimas ilusiones laborales es sacar adelante la empresa de comunicación a la que ella y su socia Carlota Panadés han bautizado con el sugerente nombre de ¡Con Alma Spain! Se trata de una agencia que desarrolla diversos proyectos. Desde representación de artistas, publicitar y llevar su imagen a organización de eventos, espacios para plataformas y medios televisivos