Shaila Dúrcal se hace cargo de la gran herencia de Rocío y Junior

Shaila Dúrcal anuncia desde la revista 'Lecturas' que es la nueva propietaria de la casa de Torrelodones (Madrid) en la que vivieron sus padres. Es la joya de la corona del patrimonio familiar y a lo largo de los años los desacuerdos sobre su gestión han provocado algunos rifirrafes entre los hermanos. No es para menos: en medio de una imponente finca agreste que alcanza los 19.000 metros cuadrados se levanta una vivienda de líneas modernas cuya superficie construida supera los 660 metros y que está llena de recuerdos para la familia. "Siempre les dije a mis hermanos: 'Quiero la casa'. Ellos fueron los pioneros del arranque de esto, estoy muy agradecida", cuenta Shaila.

"Al final es de todos. Mis hermanos y mis sobrinos viven muy cerca. Es la casa familiar. La cuido y quiero darle otra vez esa vida que tenía cuando estaba llena con mis padres", explica la cantante, que no entra en detalles de cómo se ha llevado a cabo la transacción entre los hermanos, que ya han empezado a reformarla. En 2020 ya anunciaron que su intención era poner en orden el legado recibido, y que incluía varias propiedades en Madrid y Almería.

La gran finca y la casa son propiedad de una empresa llamada Jacaranda que Junior y Rocío Dúrcal fundaron en los años 70 para gestionar su patrimonio. Esta sociedad patrimonial lleva en proceso de disolución desde 2021. Aunque en un principio los liquidadores (cuya misión es concluir las operaciones pendientes y realizar las nuevas que sean necesarias para la liquidación de la sociedad) eran Antonio y Shaila Morales, finalmente están siendo Carmen Morales y Shaila Dúrcal quienes están gestionando el proceso.

Christian se ha quedado con un piso

Parece que las hermanas han hecho frente común, como se refleja en las cuentas de la empresa de los últimos ejercicios, disponibles en el Registro Mercantil. Jacaranda, dedicada a la gestión inmobiliaria, tasó todas sus propiedades en 2022. En ese curso, declaran un patrimonio neto de 7.230.000 euros y un resultado positivo de 44.000 euros.

Además de la casa que ahora ha comprado Shaila, la cartera de la patrimonial incluía un apartamento en el paseo de la Castellana y un piso en el barrio de Nueva España de Madrid, que según ha podido saber Vanitatis se han repartido entre miembros de la familia como Christian, el hijo de Carmen Morales y Óscar Lozano, o se han vendido. La sociedad sigue siendo propietaria de una generosa parcela de 5.570 metros cuadrados en el mismo Torrelodones. Es un gran terreno que podría alcanzar en el mercado un precio en torno a los 700.000 euros (ya fuera íntegro o segregado en varias parcelas).

Entre jaras, retama, riscos y encinas, la localidad de Torrelodones, a poco más de 30 kilómetros de la capital, ofrece lo mejor de los dos mundos. La cercanía a la ciudad combinada con el aire serrano y las vistas despejadas al Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama. De todos los personajes conocidos que lo han elegido a lo largo del tiempo como su hogar (desde Marcos de Quinto a Toni Cantó, pasando por Ana Belén y Víctor Manuel), ninguno ha sido tan ilustre como Rocío Dúrcal. La añorada cantante y su marido, Junior, son parte de la historia de este lugar, donde hoy siguen viviendo sus hijos mayores y una calle lleva su nombre.

El próximo 25 de marzo hará dieciocho años desde la muerte de Rocío Dúrcal; y en abril diez desde la muerte de Antonio Morales, Junior. Shaila Dúrcal, que trabaja y vive a caballo entre Madrid y México, siempre quiso quedarse con la casa en la que habían crecido. "Me encantaría. Siempre lo tengo en mente, pero será si Dios quiere y me da la oportunidad de poder mantener semejante casa", reconoció en una entrevista en '¡Hola!' publicada poco después de la pandemia.

A pesar del tiempo transcurrido desde el fallecimiento de Rocío Dúrcal y Junior, los hijos nunca habían querido desprenderse de ella. "Al principio estuvimos pensándolo, pero hay muchos recuerdos, muchas cosas allí, es la casa familiar donde vivieron mis padres", reconocía Carmen Morales en una entrevista con Vanitatis.

Durante un tiempo hubo un fleco legal relacionado con esta casa que hacía más complicada su venta. Sobre la casa pesaba una anotación preventiva de embargo decretada por un juzgado de Collado Villalba sobre un 33% de la finca, para asegurar la cantidad de 25.409 euros. La anotación se hizo hace tiempo, pero en mayo de 2019 se renovó por cuatro años más. El propio Antonio detallaba el origen a este medio hace tiempo. "La anotación se debe a las diferencias con el señor Rocasolano, aunque entiendo que esas anotaciones se eliminarán cuando el proceso judicial contra él acabe, pero de momento ahí está". Antonio Morales se refería a un viejo conflicto legal que mantiene con el primo de la reina Letizia, el abogado David Rocasolano, desde hace años.