Alameda, el perfecto equilibrio de una cocina de tradición y actualidad
Alameda es la resultante perfectamente trazada que une la tradicional cocina vasca de producto con una puesta en escena actualizada que recorre y realza en un gran menú degustación los extraorindarios productos locales
Son todos los que están, pero no están todos los que son. A esta máxima que algunos aplican para referirse al a veces cicatero reconocimiento de la Guía Michelin hacia nuestros restaurantes; decir que Alameda, es uno de los que debe de estar y está porque es un homenaje a la cocina vasca donde se come realmente bien. Alameda es uno de esoss escasos restaurantes en los que se logra el equilibrio perfecto entre tradición y modernidad (más que vanguardia), es un restaurante que auna el criterio de cuantos se sientan en su comedor, elabora una cocina en equilibrio magistral entre la tradición de platos reconocibles con el toque preciso y la capacidad para actualizar platos y recetas de siempre, que ahora aquí se muestran actuales y modernos.
Frente a la Puerta de Santa María, la que franquea la entrada a un Casco Histórico absolutamente fascinante de callejuelas empinadas y adornadas por las flores que cuelgan de los balcones de madera de las casas que se alinean a cada lado, se ve coronado por el castillo fortaleza de Carlos V, hoy convertido en Parador Nacional y desde donde regalan unas increibles vistas sobre el río Bidasoa, Francia y el mar. Una villa que nació como refugio para pescadores contra los embates de un Cantábrico casi siempre enfurecido es hoy un marco de incomparable belleza para pasear tras un homenaje gastronómico en Alameda..
Más de 70 años contemplan el largo recorrido y la transformación que ha sufrido esta antigua sidrería cuando aún era Fuenterrabía, hasta convertirse en el restaurante de referencia que es hoy en Hondarribia. En 1942 cuando la España de blanco y negro, era más negra que blanca; su abuela Julia se hizo con el traspaso de un hotel en cuyos bajos había una sidrería a la que los lugareños acudían a beber en porrón y en la que Julia se decidió a guisar y preparar los pescados que traían los arrantzales. Hoy los hermanos Txapartegui: Gorka y Kepa en la cocina y Mikel en la sala, con la ayuda de su tía Mariví; mantienen la esencia del negocio familiar que les vió nacer.
Su cocina no solo respeta con devoción el producto local que obtienen de su propia huerta y del pescado más fresco de la lonja que les suministran los arratzales; sino que han sabido respetar la tradición de la culinaria vasca en general y la que han mamado de las dos generaciones que les han precedido en Alameda, en particular. Muchas horas, mucho oficio y una cierta dosis de imaginación y curiosidad para aportar matices que den sentido a una cocina en versión actualizada sobre esas recetas de siempre. Una propuesta que podemos calificar de soberbia, por ser capaz de aunar el criterio de todos; al ser una cocina de platos y productos reconocibles (algo que gusta a todos) y que al tiempo siente que esos mismos productos se presentan en una puesta en escena actualizada y bien trabajada para un público más exigente que ya no solo viene del entorno, sino de todo el mundo.
Un local y dos espacios que conviven de nuevo. La taberna que han recuperado hace un año escaso para volver a sus orígenes como punto de encuentro de las gentes del lugar y donde sale una cocina en formato tapas y raciones de gran nivel.. A su lado una muy agradable terraza donde alargar las tertulias cuando el tiempo lo permite y el comedor gastronómico de mesas amplias, bien separadas que relajan al comensal en sus conversaciones y donde las luces (la natural y la artificial) diferencia y marca los espacios
Tres menús y una carta que define la marcada personalidad en torno del producto. Dastamena es el nombre que recibe su menú gastronómico, degustar en la lengua de los arrantazales, compuesto de 6 platos y 2 postres. Unas fresquísimas ostras con espuma de coliflor y algas que acentuan su sabor marino y yodado. Original el canelón de txangurro, suave y rico. Un taco de foie a la sartén con caldo de pochas y chutney de frutas. El pescado del día, según marque la lonja, en esta ocasión nos toco un riquísimo mero. Un extraordinario colofón con un pichón de Siudaire asado con frutos rojos y mole, para cerrar con un increible (por lo ligero) postre de platano, chocolate y helado. Y para maridar tan extraoridnario menú nos soprendieron con una cerveza Amstel Oro que debo reconocer tenía fuera de mis registros y resultó el complemento perfecto a un menú con entidad y personalidad,
Restaurante Alameda Calle Minosoroeta Hondarribia, Guipuzcoa Tlf. 948 642 789
1 estrella Michelin, 2 soles Repsol
Cocina tradicional vasca de producto y actualizada
Jefe de cocina: Gorka y Kepa Txapartegui
Jefe de sala: Mikel Txapartegui
Son todos los que están, pero no están todos los que son. A esta máxima que algunos aplican para referirse al a veces cicatero reconocimiento de la Guía Michelin hacia nuestros restaurantes; decir que Alameda, es uno de los que debe de estar y está porque es un homenaje a la cocina vasca donde se come realmente bien. Alameda es uno de esoss escasos restaurantes en los que se logra el equilibrio perfecto entre tradición y modernidad (más que vanguardia), es un restaurante que auna el criterio de cuantos se sientan en su comedor, elabora una cocina en equilibrio magistral entre la tradición de platos reconocibles con el toque preciso y la capacidad para actualizar platos y recetas de siempre, que ahora aquí se muestran actuales y modernos.
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