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Almorzar en El Bar del Mercat Central en Castellón
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Almorzar en El Bar del Mercat Central en Castellón

En la Comunidad Valenciana almorzar es una costumbre profundamente arraigada en sus gentes. Toda una comida cuya primera opción en Castellón es El Bar del Mercat

Foto: Bocadillos (Foto: Capriles)
Bocadillos (Foto: Capriles)

El centro de Castellón, tranquilo y sosegado, de calles peatonales, tardacomo cualquier capital de provincia en despertar cada mañana. A primera hora se muestra vacío y apenas se cruza algún repartidor que en bicicleta acude a entregar un encargo. El silencio se rompe con los trabajadores del Mercat Central que terminan de prepararsus puestos para aquellos que quieran acudir a comprar las verduras, los tomates, las alcachofas, que aún están en su máximo esplendor, y los pescados: rayas, rapes pequeños, salmonetes de distinto calibre, gambas y galeras, sepias y calamares de potera pescados en el grao (puerto).

Mientras en el resto del mundose desayuna y se come, en la Comunidad Valencianaexiste la costumbre, arraigada profundamente, de desayunar ligero. No más de un caféparaa media mañana y antes de comerhacer el almuerzo. Cada uno tiene su hora y su ritmo que varía, en función del trabajo y horarios; pero todos pasan por el bar a almorzaruna comida en toda regla, en la que no faltanla cerveza, los bocadillos, los frutos secos y las aceitunas. A partir de ahí, cualquier otro tipo de producto y de plato puede tener cabida en el repertorio de esta comida. Si el Central Bar de Ricard Camarena, en el Mercado Central de Valencia, es sin lugar a dudasla mejor opción para almorzar en la ciudad del Turia, en Castellón es El Bar del Mercat, en el mismo mercado de abastos.

A media mañana, los alrededores del Mercat Central, las calles, sin coches, llenan sus terrazas y crece el rumor y el bullicio de charlas y conversaciones. En un costado junto a la Plaza Mayor, bajo la torre de la concatedral y frente al ayuntamiento, bajo una cubierta, la familia Bonetlleva dando de almorzar a la ciudad desde 1972.Primero fue Pepe, el padre, hasta que una neumonía le ha apartado (espero que momentáneamente) de sus responsabilidades al frente de los fogones; ahora sus hijos Silvia (química) y Emilio (agrónomo)han tomado el relevo. Desde siempre, Pepe abría a las cinco de la mañana para servir los primeros cafés a sus colegas de los puestos del mercado. Encendía el fuego y preparaba dos cacerolas con algún guiso sabroso y tentador a partes iguales, de los que a las doce ya no quedaba ni rastro.

Primero Pepe y ahora Silvia proponen y sirven bocadillos que encierran entre panes que aquí llaman 'pito' cualquier combinación original, siempre sabrosa y acertada, que sorprende: bacalao y tomate, longaniza y pimiento dulce (extraordinario), tortilla de patata de calabacín (mucho más jugosa en boca de lo que parece a priori), incluso de algún guiso de albóndigas que hayan preparado en la cacerola. Embutidos al plato para picar y unas aceitunas con un rico aliño ligeramente cítricocompletan,con unos cacahuetes, el mejor almuerzo posible que se pueda tomar en la ciudad.

Además, uno puede solicitar casi cualquier producto que se le antoje del mercado (unos pescaítos, unas sepias o simplemente unos tomates de 'colgar') y pedirle a Silvia que se lo guise o aliñe. Por muy poco dinero lo preparará de la mejor manera posible y saldrán encantados, se lo aseguro.Ysi lo bien que se come aquí no fuera suficiente, los sábados, a partir de las 12, regalan a sus clientes conciertos de música en directo. Así quesi, como dice la canción, van a tomarse un arrocito a Castellón, no dejen de pasar por aquí a almorzar.

Café, cerveza y bocadillo: 4,50 €.

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El centro de Castellón, tranquilo y sosegado, de calles peatonales, tardacomo cualquier capital de provincia en despertar cada mañana. A primera hora se muestra vacío y apenas se cruza algún repartidor que en bicicleta acude a entregar un encargo. El silencio se rompe con los trabajadores del Mercat Central que terminan de prepararsus puestos para aquellos que quieran acudir a comprar las verduras, los tomates, las alcachofas, que aún están en su máximo esplendor, y los pescados: rayas, rapes pequeños, salmonetes de distinto calibre, gambas y galeras, sepias y calamares de potera pescados en el grao (puerto).

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