Receta de calabaza rellena de queso y maíz: un bol natural lleno de sorpresas

El otoño nos ofrece deliciosas calabazas y nada mejor que utilizar su forma como vajilla natural. Olvídate de pelearte con ellas para conseguir cortar y retirar la dura piel. No solo prescindirás de este paso, sino que podrás servirlas directamente en la mesa y comerlas con cuchara directamente de su caparazón vegetal. Su carne dulce y suave es perfecta para todas las edades. Recarga vitaminas y fibra de la manera más reconfortante.

Preparación: 1 hora Dificultad: fácil Coste: económico Comensales: 4

Ingredientes

• 4 trozos de calabaza en forma de cuenco
• 200 g de queso cremoso
• 100 g de mazorquitas de maíz agridulces
• 1 calabacín en tiras
• Cebollino fresco
• 50 g de kikos

Elaboración

1. Precalienta el horno a 180 ºC.
2. Asa las calabazas bocarriba regadas con un chorrito de aceite de oliva en el horno a 180º hasta que estén tiernas.
3. Limpia el interior de las calabazas con una cucharita, y quita todas las hebras y las pepitas.
4. En un bol mezcla el queso cremoso con cebollino fresco cortado a tijera con sal, mazorquitas de maíz agridulces en rodajas.
5. Forma unas tiras de calabacín y añádelas al queso. Salpimenta generosamente.
6. Vierte esta crema en el interior de las calabazas y decora con unas cuantas tiras de calabacín y rodajas de mazorquitas de maíz.
7. Hornea de nuevo durante 20 minutos para que se funda el queso y se hagan las hortalizas.
8. Añade unos kikos y espolvorea con cebollino recién cortado justo antes de servir para un resultado fresco y crujiente.

El truco final

Corta las tiras de calabacines con un pelapatatas para conseguir lonchas muy finas. Sustituye las mazorquitas por maíz dulce en grano.