Voluminoso y aromático Rioja

Roda I, 2000

Bodega: Bodegas Roda
D.O.: Rioja
Tipo: Tinto

Bodegas Roda es el resultado de una profunda transformación iniciada en 1987, año de su fundación. A partir de un viñedo en un balcón en la proa del Barrio de La Estación de Haro, asomado al río Ebro, se creó lo que hoy es una de las bodegas más prestigiosas de nuestro país. La construcción de la bodega se prolongó durante diez años (1991-2001) y se realizó en tres fases. Atravesando el antiguo viñedo ya existía un antiguo calado del siglo XIX que sirvió en su tiempo para almacenar las cosechas de vino de los viticultores de la zona, que posteriormente se enviaban a Burdeos por ferrocarril para mitigar los daños provocados por la filoxera.

Para la elaboración de sus vinos, la bodega opta por viñedos viejos puesto que con ellos se consigue una producción equilibrada y aportan mayor complejidad a las uvas. Además, la sequía y las excesivas lluvias les afectan menos gracias a la profundidad de sus raíces y el volumen de suelo explorado.

En Roda no existe tolva de recepción, por lo que los racimos suben hasta el piso superior por una cinta de cangilones sin ser dañadas. Una mesa de seis personas culmina la selección de las uvas que pasarán al proceso de despalillado.

Las uvas de cada uno de los 17 viñedos distintos, se encuban por separado en tinas de roble francés que se renuevan cada diez años. Las tinas, con capacidad de 12.000 a 20.000 litros, poseen bombas de remontado individuales, sondas de control de temperatura y sistema de refrigeración y calefacción. Se suele fermentar sin sembrar con levaduras seleccionadas, de tal forma que el proceso corra a cargo de la flora autóctona.

El encubado suele durar de 18 a 20 días, pero para determinar el momento más adecuado para el descubado se realizan analíticas y catas diarias de cada una de las vinificaciones. Los vinos se descuban directamente sobre barricas de roble francés, el 50% nuevas y el otro 50% de un vino, manteniendo separados los 17 ecosistemas vinificados; y los hollejos se escurren en dos prensas verticales.

Para una buena fermentación meloláctica lo más apropiado es realizarla en barricas de 225 litros. Cuando ésta termina, en el mes de diciembre, comienza el proceso de estabilización natural, en el que un gran ventanal deja pasar el frío consiguiendo una temperatura en torno a los 6º, lo cual permitirá la decantación de los restos de levaduras, bacterias y demás partículas en suspensión en el vino.

La duración de la crianza en barrica varía dependiendo de cada pago, pero la norma habitual está entre 12 y 16 meses. Manteniéndose los 17 viñedos siempre por separado. Bodegas Roda posee tres naves de crianza definitiva, dos subterráneas, excavadas en la roca, y la misma que se emplea para la fermentación meloláctica. Las tres se emplean con el mismo fin pudiendo usar sus diferentes condiciones climáticas en función de los distintos tipos de vino.

Cuando los 17 vinos diferentes llevan un año de barrica, llega el momento definitivo de ensamblar los pagos que tienen características de Roda y los que su carácter es de Roda I. La selección de los dos vinos representa un complejo trabajo de equipo para el que son necesarias muchas catas y una gran compenetración. Tanto Roda I como Roda salen al mercado como reservas por lo tanto tienen que pasar tres años entre barrica y botella.

Nota de cata

Roda I está ensamblado por los pagos que ese año han madurado en negro. Hasta entrar en la nariz, la fruta negra fluye al compás de sensaciones balsámicas y un toque chocolate. En boca la complejidad frutal envuelve suavemente el espacio bucal notándose los taninos abundantes y fundidos. El vino se alarga marcando el recuerdo por vía retronasal cada vez que se respira y perdura una sensación de fruta y de frescura.

Precio: 61 euros.