El numerito de Fernando Alonso y su mujer

A estas alturas de la vida, nadie se sorprende con la animadversión que sienten Fernando Alonso y su mujer, Raquel del Rosario, ante la prensa del corazón. Ahora se puede añadir un capítulo más. La pareja se fue de boda el pasado fin de semana a Asturias, tierra natal del piloto de Fórmula Uno, donde la volvió a armar. Y no era la primera vez.

El guitarrista de ‘El sueño de Morfeo’, José Luis Suárez, se casaba y no podía faltar al enlace la vocalista del grupo y ex novia suya, Raquel del Rosario. Si todos los invitados a la boda, alrededor de 200, se trasladaron a la Capilla del Palacio de Meres, en el Concejo de Siero, con ilusión y felicidad por los futuros contrayentes, a Alonso y a su esposa no les importó dar la nota. Entraron por separado a la iglesia, tapándose la cara como pudieron, con lo cual no hubo fotos de ellos juntos. Y es que su actitud no parece normal.

Por si esto fuera poco, la pareja se ocultó como si estuviera en un zulo. Para trasladarse al banquete, salieron de la capilla por la zona del coro. Mientras los fugitivos utilizaron esta treta para evitar a la prensa, los recién casados salían a la puerta para dejarse fotografiar y pedir disculpas por la actitud de su compañera de grupo. Dicen que en el interior de la iglesias había dos bandos: los asturianos que defendían a capa y espada al campeón, y que además le sirvieron de tapadera para no dejarse ver, y otros que no entendían el numerito de jugar al escondite.

Por si esto fuera poco, desde hace tiempo corre una leyenda negra en Asturias: el temor que tiene la prensa, y no sólo la del coure, a la ley que impone Alonso. Como si de Atila se tratara, nadie levanta la voz al deportista. En definitiva, el Principado parece más suyo que de los propios asturianos.