¿Es José Tomás el mejor torero de la historia?

La fuerza con la que ha vuelto tras cinco años sin vestirse de luces le ha convertido en un mito. Tiene el nivel de Manolete pero no hay comparación. Muchos dicen que es el mejor matador de todos los tiempos, que torea "muy, muy, muy, bien", que es la vida de la fiesta del toro, el único que pisa sus terrenos, que no deja que la muerte le aceche sino que la busca, aunque no es un suicida: es un matador con la cabeza muy bien amueblada y, aunque a veces lo parezca, jamás está a merced del animal. Es seguro que José Tomás hará historia y que en Las Ventas ha comenzado a escribir las primeras páginas de la enciclopedia del riesgo, la entrega, el valor, las complicaciones y las cataratas de sustos en la plaza.

Hoy miércoles, el diestro, acompañado por su familia, se encuentra todavía ingresado en la Fraternidad de Madrid por la cogida del domingo. Según cuenta su apoderado, Salvador Boix, "está contento por las tres orejas de su última faena". Su siguiente actuación iba a ser el día 20 en Alicante pero ha tenido que ser cancelada. Le sustituirá Perera. El matador, hecho de hierro, quizá reaparezca el 23 en Badajoz pero aún es pronto para saberlo.

La prensa taurina le adora

Los directores de revistas taurinas le deben mucho. Ha devuelto la ilusión. Es la figura que ha devuelto el toro a los medios de comunicación. El director de 6 Toros 6, José Carlos Arévalo, opina que "José Tomás es un torero importantísimo. El que más me ha impresionado desde 1951 que fue cuando comencé a ver corridas. Es un torero histórico del nivel de Manolete o Joselito. Ha tenido la virtud de que, sin marketing mediático ni revistas del corazón, ha sacado la fiesta del toro a los medios. Es el portaestandarte de la fiesta en lugares como Cataluña y sus faenas han sido recogidas en los grandes diarios norteamericanos y hasta en Asia. Es un líder que tira de la fiesta".

Mario Juárez, de Burladero, comenta que "está marcando una época. Se hablará de él dentro de muchos años. Ha devuelto la ilusión a mucha gente. Es fiel a sí mismo y a su forma de ver el toreo y pisa un terreno que muy pocos en la historia han llegado a pisar". Carlos Ruiz Villasuso, de Mundotoro, cree que es un torero sin igual: "Él quiere ser diferente. Tiene muy poco que ver con Manolete. Es muy muy muy bueno. Cuando torea bien, torea mucho mejor que la gran mayoría. Es muy profundo. Sin embargo hay tardes en las que hace una ostentación excesiva del valor y a algunos no nos gusta verlo a merced del animal. Es muy intenso. Va a hacer historia. Se hablará de él dentro de mucho tiempo".

José Luis Benlloch, de la revista Aplausos, cree que "es precipitado compararlo con Manolete, el máximo grado de mitificación lo consiguió él con su muerte en la plaza. José Tomás marca un momento en la historia, pero no una etapa. Tiene personalidad y valor. Es muy cíclico y la coyuntura ha sido favorable para él: lo ha sabido aprovechar. Es un grandísimo torero aunque no sea perfecto". El crítico José Ramón Díez Unzueta piensa que "es un portento que en este tiempo de medios de comunicación y masificación se ha convertido ya en un mito gracias a su sentido peculiar de arriesgar pero creo que no es un suicida: tiene la cabeza muy bien construida. Es el único que invade los terrenos del toro. Es singular, propio... Transmite lo que nadie hace y, por ello, pasará a la historia".

Luis Álvarez Sánchez, de la Unión Profesional de Matadores de Toros, Novilleros, Rejoneadores y Apoderados dice de él que "es una gran figura del toreo. Muchos quieren compararlo con otras figuras de la historia pero él tiene el don de crear una nueva historia en el toreo jamás antes escrita ni realizada. Es un gran ejemplo para el toreo y para todos los que quieren ser figuras. Que Dios le conserve muchos años por el bien de la fiesta".

Por su parte, Fernando Sánchez Dragó sitúa al torero, junto con Belmonte, Joselito, Manolete y Ordóñez, como uno de los cinco mejores de la historia. "El quinto evangelista" le llama. Cuenta que gracias a él se ha abierto la fiesta del toro a los no aficionados y hasta a algunos no taurinos.

¿Qué piensan de él quienes se juegan la vida en la arena?

Jesús Martínez Barrios, "Morenito de Aranda", opina que "ha sorprendido que después de tantos años parado esté triunfando de esta manera tan fuerte. Es el torero más importante de los últimos años. Le admiro muchísimo. Es para todos un espejo, tanto taurinamente, como un ejemplo de vida".

El matador Miguel Tendero cree que "es el número uno. Se ha hecho el rey del toreo. No hay otro que haya hecho lo que hace él". Salvador Barberán desea hacer el paseíllo con el maestro. Para él: "José Tomás es un ídolo. Es único. Admiro cómo arriesga".

El rejoneador premiado este lunes como el triunfador de este San Isidro por Onda Cero, Leonardo Hernández, opina que: "Es la figura más fuerte que ha dado la historia del toreo. Es un figurón. Tiene una cabeza y un nivel por encima del resto. Su labor no es comparable a la de ningún otro".

Para Francisco José Palazón, José Tomás es "un torero que ha marcado su camino como ha querido. Aunque va más allá, es muy difícil hacer lo que él hace. No tiene comparación con ningún otro torero, ni de los de antes ni de los de ahora". El matador Álvaro Montes le compara con Manolete: "Es diferente al resto. Tiene su ideología. Ve el toreo de una forma diferente a todos. Tiene valor".

El José Tomás de antes y el de ahora

Si bien la inmensa mayoría de las opiniones de los críticos y matadores han sido de pañuelo, una, la de Javier Villán, de El Mundo, reconoce que no es oro todo lo que reluce. El crítico distingue dos etapas en la trayectoria del torero: "Durante los tres primeros años de alternativa fue muy puro conciliando riesgo con arte y temeridad con serenidad. Acorta los terrenos. Desde la tercera temporada hay indicios de que se le van los toros y se queda muy tocado. Hay una falta de temple alarmante. Es una segunda etapa decadente en la que es tocado continuamente y ya no se pasa a los toros cerca sino que los toros se lo llevan por delante. La temporada del año pasado, tras reaparecer en Barcelona, apenas cuenta. Hay posibilidad de cogida y el riesgo de muerte no es bueno. Sin abdicar de sus principios está obligado a esquivar la cornada. ¿Qué solución puede aportar para que la cogida no sea un hecho fatal?".

Con la pregunta en el aire, el crítico ejemplifica los dos José Tomás vistos en su reaparición en Las Ventas: la "corrida perfecta" y "la cruenta con cara de gladiador" y termina aseverando que "no podemos convertir las cornadas en una estética. Me gustaría ver a un José Tomás menos ensangrentado saliendo por la Puerta Grande que al torero saliendo por la enfermería".

¿Es el de Galapar el mejor torero de todos los tiempos?