Descapullando la flor

Cosmopolitan TV celebró este miércoles su segunda fiesta Pétalo para entregar sus premios a la mejor artista, la actriz con mayor proyección, el actor y hombre del año, la mejor presentadora y la mejor modelo y empresaria. La terraza del Café Bernabéu se llenó de rostros populares como David Delfín, Elena Furiase, Macho Vigalondo, Natalia Zabala... pero los protagonistas fueron Rosario Flores, Bárbara Goenaga, Miguel Ángel Silvestre, Eva González y Bimba Bosé, que recibieron el reconocimiento a su labor durante el último año. Llegaron tarde y posaron como estrellas, sin mostrar mucha atención a la prensa, pero acudieron. Aunque daba la impresión de que cobraban por minuto, dedicaron unas palabras de agradecimiento al canal televisivo.

La primera en recoger el premio fue Rosario, de manos de su sobrina Elena Furiase, de quien dijo que tiene “mucha raza y corazón”. La cantante de la saga de los Flores comentó que se le han quedado muchos temas fuera de su último álbum, Parte de mí, pero que está agradecidísima “porque la gente me ha sentido”. “El arte me da medicina ‘pal’ alma”, comentó.

El director de cine Nacho Vigalondo le entregó el premio a Bárbara Goenaga, que, muy humilde, vestida de Dolores Promesas, dijo: “No podemos creernos más de lo que somos: actores” y David Delfín hizo lo propio con su amiga Bimba Bosé, que eligió un vestido vintage de Corachán y Delgado para la ocasión. El diseñador contó que conoció a la modelo cuando él ponía copas y que desde entonces son inseparables. “De ella, me gusta todo”, dijo.

La cuarta premiada fue la simpática Eva González, que se quitó mérito diciendo que, en los programas que presenta, ella se dedica sólo a “dar la cara y leer”. La Miss España 1997, Inés Sáinz, le entregó el premio y la novia de Casillas , vestida de Dolce&Gabanna, aprovechó la reunión de guapas para apostillar que el de las misses “es un concurso que abre las puertas y cada uno elige su camino”.

El rey de la noche

El más aclamado de la noche se hizo esperar. Miguel Ángel Silvestre, muy caro de ver en este tipo de actos, acudió ‘gracias’ a que sufría una lesión en su hombro. El actor, aficionado al tenis, respondió que, de tener que elegir, preferiría ganar un Oscar a un Roland Garrós y aprovechó para agradecer lo que su personaje en Sin tetas no hay paraíso le ha reportado. El encargado de entregarle el premio fue Asier Etxeandia, el primer actor a quien ‘el duque’ tuvo la oportunidad de ver, en el musical Cabaret, cuando llegó a Madrid sin pensar si quiera en lo que le depararía el futuro.

Tras estas breves palabras, la presentadora pidió a los empleados del local que hicieran un pasillo a las ‘estrellas’ y éstas se fueron corriendo, unas más rápido que otras... Es lo que tiene la fama...