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La Princesa no vende moda en Cibeles
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La Princesa no vende moda en Cibeles

La Princesa de Asturias no es, de momento, una gran embajadora de la moda española. Mucho se ha comentado en los últimos meses sobre su tendencia

Foto: La Princesa no vende moda en Cibeles
La Princesa no vende moda en Cibeles

La Princesa de Asturias no es, de momento, una gran embajadora de la moda española. Mucho se ha comentado en los últimos meses sobre su tendencia a repetir modelitos en todos los actos públicos, pero tampoco apoya con su presencia los principales certámenes de moda de nuestro país, una forma de no casarse con nadie. Ni ha inaugurado el Salón Internacional de Moda de Madrid (SIMM) -algo que hizo el año pasado- ni está previsto que asista de forma oficial a la puesta de largo de la Pasarela Cibeles, la cita más importante del sector. Y los diseñadores, en petit comité, muestran su disgusto por esta falta de apoyo oficial.

 

En 2008 parecía que doña Letizia iba a romper tendencias. No sólo se atrevió a lucir un traje ajeno a su diseñador de cabecera -un Armand Bassi en Mallorca-, sino que inauguró el pasado Salón Internacional de la Moda de Madrid, su primer contacto oficial con esta industria. Mientras algunos veían un espaldarazo total a la moda española, ya sea en su versión artística o comercial, este inicio no ha tenido continuidad. En esta ocasión, no ha inaugurado el SIMM, que se celebró la semana pasada, y eso que su anterior presencia había sido muy alabada.

 

En Cibeles, que abre sus puertas este viernes, tampoco se la espera. No ha ido a ninguna edición, como su cuñada la Infanta Elena que, salvo el año pasado por ‘cese temporal’, siempre está en primera fila en algún desfile. En su agenda oficial no está previsto que acuda los primeros días del certamen, y también resultaría raro que asistiera a título personal cuando nunca lo ha hecho. La alta costura no es lo suyo. La Princesa siempre ha tenido que claro que quieren que la reconozcan por su trabajo y no por el envoltorio. Por ello viste en exclusiva de Felipe Varela, experto en diseñar vestidos a la carta y sin presencia en Cibeles.

 

Ropa gratis

 

La actitud de doña Letizia ha creado cierto malestar en determinados sectores, que no perciben un gran apoyo real. Aunque muchos diseñadores prefieren guardar un discreto silencio en público, en privado muestran su desacuerdo, y no tanto con su estilo, sino por su actitud. En estos momentos complicados, sumidos en una profunda crisis que también afecta al sector del lujo, muchos de ellos estarían dispuestos incluso a ceder su ropa para que la Princesa la llevara. Para muchos, repetir vestido con tanta frecuencia es contraproducente, ya se consigue el efecto contrario: que el vestuario y las repeticiones reales ocupen primeras páginas en las revistas.

 

“Austeridad no es ponerse el mismo traje el mismo día. Eso es ridículo”, dice Ladrón de Guevara, diseñador de muchas mujer famosas como Ana Rodríguez (mujer de Bono, Patricia Rato y Alicia Koplowitz. Y es que considera que “lo bueno es reciclar”, es decir, volverse a colocar los mismos vestidos con determinadas alteraciones y complementos distintos. Así pasarían más desapercibidos sus constantes repeticiones, y de ello podía escribir un libro la Reina. En cuando a su asistencia a la Pasarela Cibeles, su presencia podría generar un gran impulso al sector. “Lo de Cibeles hay que medirlo bien porque si se va a un determinado desfile otros diseñadores se pueden enfadar. Los mejor sería que variara de un año para otro y que asistiera con autoridades o gente de la industria textil para que se viera su apoyo a la moda española”, considera.

 

Las últimas apariciones de doña Letizia han sido polémicas. En los últimos tiempos ha repetido traje casi a diario. De hecho, se ha colocado los mismos atuendos para los mismos actos de un año para otro como si fuera una especie de uniforme. Su aparición en la Pascua Militar con la misma falda color oro por tercera vez fue muy cuestionada, al igual que la recepción anual de diplomáticos con un traje de gala de terciopelo granate. Hasta las revistas del corazón han destacado en sus portadas esta tendencia de la Princesa de Asturias, que es su propia estilista. Abrir su armario a nuevas propuestas y tendencias alegraría el día a más de uno.

 

La Princesa de Asturias no es, de momento, una gran embajadora de la moda española. Mucho se ha comentado en los últimos meses sobre su tendencia a repetir modelitos en todos los actos públicos, pero tampoco apoya con su presencia los principales certámenes de moda de nuestro país, una forma de no casarse con nadie. Ni ha inaugurado el Salón Internacional de Moda de Madrid (SIMM) -algo que hizo el año pasado- ni está previsto que asista de forma oficial a la puesta de largo de la Pasarela Cibeles, la cita más importante del sector. Y los diseñadores, en petit comité, muestran su disgusto por esta falta de apoyo oficial.