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La nueva vida de Belén Ordóñez
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La nueva vida de Belén Ordóñez

La hermana de Carmina Ordóñez vuelve a sonreír. Ha cogido el toro por los cuernos, dispuesta a todo. Belén quiere recuperar plenamente su salud y luchará

Foto: La nueva vida de Belén Ordóñez
La nueva vida de Belén Ordóñez

La hermana de Carmina Ordóñez vuelve a sonreír. Ha cogido el toro por los cuernos, dispuesta a todo. Belén quiere recuperar plenamente su salud y luchará para cumplir su sueño. Muestra palpable de su mejoría será verla de nuevo en televisión. Antes de lo que la gente cree aparecerá en un programa de máxima audiencia.

De hecho, las fotos publicadas estos días, de su única salida de la Clínica, evidencian su cambio paulatino. La menor de las hermanas Ordóñez hace tiempo que se dio cuenta de su situación límite. Los desarreglos en el sueño, arrastrados de sus problemas anteriores, la habían llevado a un callejón sin salida.

La hija de Antonio Ordóñez no ha tenido una vida fácil. La desaparición de sus seres queridos le han dejado huella. Primero fue su madre y más tarde el fallecimiento de su padre.  A estas dos pérdidas irreparables se sumaron la muerte repentina de su marido y el fatal desenlace de su cuñado Paquirri en Pozoblanco. Por si esto no fuera poco, su propia enfermedad y la triste desaparición de su hermana Carmina acabaron con sus ilusiones.

Con todas estas fatalidades, la sevillana acudió a la automedicación para poder dormir y olvidar el pasado. Quizá el hecho de no escucharse a sí misma y utilizar estos malos hábitos la llevaron a un desarreglo emocional. Así las cosas, Belén quiso dar un vuelco a su vida al trasladarse a Madrid. Sólo le faltaba para cumplir sus anhelos subsanar su frágil salud. Es por eso que la hermana de Carmina tomó conciencia de su proceso y decidió dar carpetazo a sus fantasmas.

Las cosas no han sido un camino de rosas, pero los médicos de la Clínica López Ibor la están ayudando mucho. Belén ingresó por propia voluntad y ha recuperado el ánimo. Su tratamiento es ambulatorio, pero sólo ha querido salir un día del centro.

Otro motivo más de su alegría lo constituye su hija, que ya ha abandonado la clínica. Hay que contar que madre e hija se llevan muy bien, a pesar de lo dicho. Los únicos desencuentros son los típicos generacionales, que afectan a muchas de nuestras familias, y nada más.

Quizá por las inexactitudes contadas en algunos medios, Belén recurrirá a la Justicia. Muchas veces ha amenazado con hacerlo, pero esta vez parece que va en serio y tiene cerca de ella un buen bufete de abogados. En estos momentos de valentía personal, la Ordoñez no está sola. Su familia y un montón de amigos la están apoyando. Además, es la propia paciente la que corre con los gastos de su ingreso. Los economías españolas están mermadas por la crisis, pero Belén puede pagar su ansiado tratamiento médico.

Es probable que las Navidades sean duras para ella por los recuerdos y por el proceso post hospitalario. De todas maneras, su entorno más cercano seguro le dará el calor que necesita. En Madrid o en Sevilla, Belén intentará cumplir su quimera: la de recuperarse. Una apuesta que está dispuesta a ganar como sea.
 

La hermana de Carmina Ordóñez vuelve a sonreír. Ha cogido el toro por los cuernos, dispuesta a todo. Belén quiere recuperar plenamente su salud y luchará para cumplir su sueño. Muestra palpable de su mejoría será verla de nuevo en televisión. Antes de lo que la gente cree aparecerá en un programa de máxima audiencia.