Bill Clinton vuelve a las andadas
La paciencia de la mano derecha de Barack Obama, Hillary Clinton, no tiene parangón posible. A las polémicas infidelidades de su marido con la joven Monica
:format(jpg)/f.elconfidencial.com%2Foriginal%2Ffc4%2Ffa8%2Fecc%2Ffc4fa8ecc42b55e4a0348c956038b999.jpg)
La paciencia de la mano derecha de Barack Obama, Hillary Clinton, no tiene parangón posible. A las polémicas infidelidades de su marido con la joven Monica Lewinsky, se le unen ahora nuevas informaciones que hablan de las correrías extramatrimoniales de Bill Clinton y le ponen nombre y apellidos.
Según el libro Game Change, escrito por los periodistas John Heilemann y Mark Halperin, el ex presidente de los Estados Unidos tuvo una amante estable durante la campaña de las elecciones primarias para la designación del candidato presidencial del Partido Demócrata, que tuvo lugar en la primera mitad del 2008.
El libro, basado en entrevistas a militantes demócratas y republicanos, y que incluye multitud de detalles comprometedores de muchos políticos que protagonizaron aquel proceso electoral, afirma además que Hillary Clinton estuvo a punto de renunciar a la oferta de Obama de convertirse en su secretaria de Estado por su temor a las posibles injerencias de su marido.
Uno de los episodios más polémicos del libro es un fragmento en el que se afirma que Hillary Clinton constituyó una especie de “comité de guerra” formado por algunos de sus más estrechos colaboradores de campaña para lidiar con el problema de la “libido” de su marido.
Este grupo de personas, designado por la propia esposa de Bill Clinton, llegó a la conclusión de que éste tenía una amante, y que dicha relación “no era cosa de una noche”, sino de algo mucho más estable. “Concluyó que eran ciertos: Bill tenía un affaire, y no una relación frívola de una sola noche, sino una relación romántica sostenida”, dice el libro.
Tras la victoria electoral de Barack Obama, Hillary Clinton se mostró reticente a aceptar dirigir la diplomacia estadounidense, cargo que Obama le proponía, por las posibles interferencias de su marido.
“En ese momento ella dice: ‘Hay un último problema, mi marido’. Ya has visto lo que pasa. Esto se convertirá en un circo si acepto el trabajo”, le confesó la entonces senadora a Obama, según trechos de una entrevista a Heilemann divulgados por CBS.
“Clinton dice algo que no le revela a casi nadie, admite que su marido representa un problema. Al mismo tiempo, Obama se muestra vulnerable en su respuesta. Él le dice: ‘Dada la crisis económica, dadas todas las cosas con las que tengo que lidiar, necesito tu ayuda’”, afirma Halperin.
La paciencia de la mano derecha de Barack Obama, Hillary Clinton, no tiene parangón posible. A las polémicas infidelidades de su marido con la joven Monica Lewinsky, se le unen ahora nuevas informaciones que hablan de las correrías extramatrimoniales de Bill Clinton y le ponen nombre y apellidos.