Ana Obregón será la Venus de Botticelli

Durante años el posado playero de Ana Obregón marcaba el inicio del verano. Era algo así como la señal horaria de que llegaba el calor. La playa de la Costa de los Pinos, lugar de residencia de la familia Obregón, se convertía en marco incomparable. A la caída de la tarde, cuando el sol tiene menos fuerza y no marca lo que no tiene que marcar, Ana descendía como si fuera una aparición por el caminito privado que baja desde su casa a las olas.

Los estilismos variaban. Un año era un biquini multicolor con pareo a juego, otro un triquini acompañado de una camiseta transparente, el siguiente volvía al biquini con pantaloncito... y así alternaba cual si fuera el PSOE o el PP en la jefatura del Estado. Pero un buen día la actriz multitareas se mosqueó y dijo que estaba harta del acoso, que no aguantaba más a la prensa, que no estaba dispuesta a dar de comer a nadie, que quería intimidad y privacidad y amenazaba además con marcharse de España si no la dejaban en paz.

El tiempo no le dio la razón. Los paparazzi dejaron de perseguirla y la sustituyeron por Belén Esteban. Como Obregón olvida y perdona con suma facilidad, decidió que ya estaba bien de castigar al mundo sin posado biquinero y retomó su esencia. El lunes que viene Ana volverá a deleitar a la humanidad. La firma Arkochin la ha elegido como imagen de uno de sus productos estrella para este verano. Se trata de un potenciador del bronceado -Arkosol-  y como ella siempre tiene un tono muscular casi perfecto ese día recibirá la corona de 'Reina del cobre' (por el color moreno). El lugar no será Palma sino la playa de Santa Eulalia en Ibiza. Posará en la piscina y después entre las olas como si fuera “el nacimiento de Venus” de Botticelli. Menos mal que nos queda Obregón para afrontar la crisis...