El perdón del rey, objeto de tertulia entre los VIPS

“Los homenajes tienen que ser en vida, que son los que valen”. Con estas palabras empezó su discurso Raúl del Pozo, y esta frase fue la tónica dominante en las palabras que le dedicaron al recién estrenado director de la fundación Carolina y ex presidente de turno del Consejo de RTVE, Jesús Andreu, los muchos amigos que acudieron al almuerzo homenaje organizado por las que fuera presidenta de las bodegas Gonzalez Byass, Chon Gómez Monche, y su hijo Ignacio en su domicilio.

En tiempos de crisis, la amistad es un valor en alza porque cuando se trata de afectos no hay nada que vender ni ofertar en términos económicos. Por eso, esta convocatoria funcionó a toque de teléfono y whatsApp y el propio homenajeado se sorprendió de la respuesta con ministras ejercientes, jefes de gabinete, empresarios, periodistas y la llamada alta sociedad con aristócratas trabajadoras y personajes habituales de las revistas de alta gama que no cobran por salir ni se les ocurre posar en los photocall a golpe de caché.

La mezcla abarcaba también lo que se denomina pluralidad de pareceres y opiniones ideológicos. Y resultó llamativo que las conversaciones de la mayoría de los invitados girara en torno a los últimos avatares de la Familia Real, con el accidente de Froilán como inicio de la crisis, y las disculpas públicas del Rey al pueblo español como colofón a unos meses muy complicados para el Jefe del Estado y su familia.

No hubo unanimidad porque los que no habían visto la imagen de un rey desolado no estaban de acuerdo en la estrategia real. Consideraban que era peligroso porque a partir de ahora qué hará el monarca cuando él o alguien de su entono directo cometa algún acto incorrecto, como ha sucedido con la cacería de elefantes en Botsuana.

En otro grupo, los defensores absolutos de la postura real, que veían en este gesto sorprendente del rey la única manera de atajar una historia que ya se había ido de las manos con una repercusión mediática nunca vista. Ya no era cuestión de suavizar las informaciones porque las redes sociales se han convertido en un altavoz imposible de controlar. Como decía el maestro de ceremonias Raúl del Pozo, “no se puede poner puertas al campo y ahora los tuiter y los feisbok son el canal real de la calle”. Y no hizo falta unanimidad a la hora de calificar la decisión real, porque la convocatoria amistosa valía por si misma.

Jesús Andreu explicó que uno de los puntos que quería incidir era en que se conociera el papel tan importante de la fundación Carolina a la hora de gestionar becas y ayudas y en materia educativa y científica entre España y los países de la Comunidad Iberoamericana.

Entre los muchos amigos que quisieron arropar al amigo Andreu y que acudieron al almuerzo se encontraban Ana Pastor, Elvira Rodríguez (diputada del PP), Ana Botella (alcaldesa de Madrid), Ana Palacio, Ana Rosa Quintana, Jaime Polanco, Teba Gómez Monche (consultora de Hallman&Burke), el empresario Pedro Trapote, Begoña García Vaquero, Fiona Ferrer, Susanna Griso, Monserrat Domínguez, Rosa Villacastín, Beatriz Cortázar, Mariló Montero, Antonio Asensio, la marquesa de San Eduardo, Miguel Ángel Rodríguez, María José Betancourt, Pilar Cernuda, Natalia Ferrochuli, Juan Claudio Abelló, los duques de Terranova, Miguel Mas, Cupín Caruana, Sandra San Juan, Ángel Expósito, Jimena Blázquez (presidenta de la fundación NMAC), el secretario de Estado de infraestructuras Rafael Catalá, el empresario Ignacio Maluquer, Fernando Villalonga (concejal de las artes del Ayuntamiento de Madrid) y muchos más que se sumaron a este homenaje que tuvo al rey como tema de conversación.