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El glamour se resiste a 'abdicar' en Qatar
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La jequesa Mozah continúa presidiendo actos

El glamour se resiste a 'abdicar' en Qatar

Tres meses después de la abdicación del emir de Qatar, la jequesa continúa siendo el rostro femenino visible de cara a la galería. Sus nueras son más discretas

Foto: Sheikha Mozah bint Nasser Al Missned, en una imagen de archivo (Reuters)
Sheikha Mozah bint Nasser Al Missned, en una imagen de archivo (Reuters)

Tres meses después de la abdicación del emir de Qatar, Hamad bin Jalifa al Zani, la segunda de sus tres esposas, Sheikha Mozah bint Nasser Al Missned, se resiste a cederle el puesto de icono del estilo a una de sus nueras. Muchos fueron los que temieron que la decisión del mandatario árabe de abandonar el poder pudiese dar por finalizado el glamuroso reinado de la jequesa de Qatar. Una dama de mirada felina que consiguió conquistar a los medios españoles durante su última visita oficial a nuestro país, en abril del año 2011. Esto no sólo no ha sido así, sino que su elegante presencia en actos públicos se ha intensificado aún más desde que su hijo, Tamim bin Hamad al Thani, tomase las riendas del emirato.

A finales del pasado mes de junio, cuando se dio a conocer la abdicación del emir, se comenzó a hablar de los nuevos aires de modernidad que llegarían a este país petrolero. Estos cambios todavía se esperan y, mientras llegan, la jequesa Mozah continúa siendo la figura representativa de la mujer árabe en el mundo occidental. Un papel que se ha labrado durante años gracias a las caras firmas que atesora en su armario –los modelos de Dior, Gaultier y Chanel, sus firmas fetiche, los corona siempre con un turbante a lo Jackie Kennedy- y a su ferviente lucha por fomentar la educación entre los jóvenes y la erradicación de ciertas lacras en la sociedad musulmana, como es el reforzamiento del papel de la mujer.

Con ello, la madre del actual emir de Qatar se dejó ver esta semana en la Cumbre Mundial para la Innovación de la Educación (WISE), una iniciativa que ella misma patrocina y que ha reunido a más de mil expertos internacionales en la capital qatarí. Como viene siendo ya habitual desde que su pueblo se revelase contra sus lujosos gustos en lo que a la moda se refiere, optó por vestir la tradicional abaya o túnica negra, que cubre su estilizada figura hasta los pies. Eso sí, supo darle un toque de glamour a su clásico atuendo alzándose sobre unos altos tacones y encuadrando su rostro con unos exuberantes pendientes de brillantes.

Por el momento se desconoce el papel que ocuparán las dos esposas del actual emir qatarí. En 2005 se casó con una pariente lejana, Sheikha Jawaher bint Hamad bin Suhaim al-Than, madre de cuatro de sus seis hijos. Cuatro años después volvió a contraer matrimonio con la jequesa Anud al Hajri, hija de un diplomático y miembro de una influyente familia. Estas dos mujeres han sabido mantenerse prácticamente en el anonimato y pocas son las ocasiones en las que se dejan ver en público acompañando a su marido.

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* El emir, junto a su hijo y la primera esposa de éste.

Pese a que el perfil de su primera mujer goza de mayor visibilidad de cara a la galería, tanto ella como la segunda esposa del príncipe heredero no sienten una especial fascinación por la moda y las altas casas de costura internacional. Siempre que las cámaras se han centrado en ellas han constatado su reticencia a vestir lujosas prendas, como así lleva haciendo su predecesora desde hace dos décadas. Un oscuro futuro para el estilo que exportó la jequesa de Qatar, aunque parece que todavía glamour para largo, dado que ésta presidirá en apenas un mes la Cumbre Mundial para la Innovación en Sanidad, en la que se esperan ilustres invitados como la premio nobel de la paz la dirigente birmana, Aung San Su Kyi o el alcalde de Londres, Boris Johnson.

Tres meses después de la abdicación del emir de Qatar, Hamad bin Jalifa al Zani, la segunda de sus tres esposas, Sheikha Mozah bint Nasser Al Missned, se resiste a cederle el puesto de icono del estilo a una de sus nueras. Muchos fueron los que temieron que la decisión del mandatario árabe de abandonar el poder pudiese dar por finalizado el glamuroso reinado de la jequesa de Qatar. Una dama de mirada felina que consiguió conquistar a los medios españoles durante su última visita oficial a nuestro país, en abril del año 2011. Esto no sólo no ha sido así, sino que su elegante presencia en actos públicos se ha intensificado aún más desde que su hijo, Tamim bin Hamad al Thani, tomase las riendas del emirato.

Al Thani