César Enríquez, el vendimiador gallego que dijo no a Hillary Clinton

“Desgraciadamente, me coge vendimiando y, claro, he tenido que decirles que lo más seguro es que no pueda asistir”. Con una modestia tan natural de la que solo puede hacer gala alguien que aún trabaja con las manos, César Enríquez declinó la oferta de los organizadores de campaña de Hillary Clinton. Querían que estuviese en el acto inaugural pero… Posiblemente ‘le pille’ trabajando. Leen bien. Gallego de A Teixeira (Orense) y empresario vitivinícola, el nombre de Enríquez es ya conocido entre los asesores demócratas.

Su vino Peza do Rei ha sido escogido en dos ocasiones consecutivas (2013 y 2014) para regar la cena anual del Congressional Hispanic Caucus y fue con el que brindó Barack Obama. Conocida simplemente como Gala de la Hispanidad, es un acto que reúne a las élites empresariales y culturales latinas de EEUU y al que no falta un presidente desde hace 37 años. El voto hispano es la llave de la Casa Blanca y demócratas y republicanos cuidan mucho todas las sensibilidades.

“Mi distribuidor representa a una sociedad importadora americana que desembarca cada año en Barcelona, recorre el Priorat, Penedès, La Rioja, Ribera del Duero, etc. Una ruta por toda España que también se lleva vinos de la Ribeira Sacra. Hicimos una cata, les gustó mucho y se lo llevaron. En una cena en la Casa Blanca, coincidieron además con el cocinero José Andrés y así fuimos escogidos para esa Gala de la Hispanidad en Washington”. Enríquez cuenta, además, con una baza decisiva para su imparable auge entre los demócratas: el reputado economista canario Juan Verde.

Consejero de varias compañías privadas y de la Kennedy School of Government de Harvard, perteneció al equipo de Hillary Clinton, lo fichó Barack Obama –entre otros valiosos asesores– y ahora acaba de regresar al seno de su mentora, precandidata demócrata a la Casa Blanca. Casado con una orensana sobrina de Adolfo Domínguez, Verde y César Enríquez se conocieron durante una ruta a caballo por la zona y se hicieron íntimos.

Un foto muy cotizada

La semana pasada, César recibió la invitación para asistir a un importante acto de campaña a finales de este mes. “Ven, hombre, hacemos una foto con la Sra. Clinton y luego te queremos también en el Hispanic Caucus. Aunque no esté tu vino, sí estará Obama”, bromeaba Juan Verde, explica César. “Dependemos de las condiciones climáticas de la vendimia. Con algo de suerte podría asistir, porque este año parece que viene adelantada, pero no me quise comprometer. Una foto con Hillary y Obama sería magnífica a nivel de promoción, pero no quiero sacar los pies fuera del tiesto. Si hemos llegado a ser reconocidos por ahí, es por trabajar con dedicación y cariño”.

Adega Cachín, el nombre de su negocio, es una bodega familiar: ocho hectáreas donde César y su pequeño equipo cultivan variedades mencía, brancellao, caíño, godello… Del que le gustó a Obama, el Peza do Rei joven, produce unos 50.000 litros. A sus 55 años, tiene un hijo de 29 que ya participa de la empresa. Pero César sigue queriendo estar presente durante todo el proceso de vendimia. Gracias a su constancia ha llegado a Suecia, Emiratos Árabes, Reino Unido y esta temporada desembarcará en Japón y próximamente en China. “Aquí en la bodega se vende a 4 euros más IVA y en Londres, a 23 libras. Increíble”, comenta maravillado César.

El Peza do Rei no es el único vino con DO Ribeira Sacra que ha colmado las expectativas de los más exigentes y experimentados paladares. A pocos kilómetros, siguiendo el curso del Miño, encontramos Vía Romana. La bodega, en el municipio de Chantada, toma el nombre de un antiguo itinerario de época imperial y ya es una de las más exitosas de la Ribeira Sacra: ha llegado a conquistar al Rey Juan Carlos. Así lo recuerda su propietario, Juan Luis Méndez Rojo: “Fue en el año 2009. El Real Club Náutico de Sanxenxo ofrecía una cena a la que acudía el entonces Rey. Alguien quiso pedir un rioja pero el encargado del restaurante fue quien propuso que don Juan Carlos probase un tinto gallego de calidad y así conoció nuestro Vía Romana Barrica. Le gustó tanto que quiso llevarse varias botellas. Con mucho gusto enviamos algunas cajas a la Zarzuela, desde donde nos agradecieron cariñosamente el gesto”.