Así es Jesús Garmendia, el hombre que volvió a enamorar a Ainhoa Arteta
Hasta que la soprano llegó a su vida, Garmendia solo era conocido –y reconocido– en las informaciones hípicas, en las que su nombre aparecía con frecuencia y en primera plana. Eso ha cambiado en los últimos tiempos
Es donostiarra, jinete de profesión y ha sido el gran amor de Ainhoa Arteta. Al menos, en la última década. Este jueves, muchos se asombraban ante la noticia de la separación de la soprano y Jesús Garmendia. En el entorno del 'cuore', los dos han sido unos discretísimos protagonistas: jamás hablaban de sus vidas privadas, casi siempre son agradables y no se les conoce polémica alguna. Sin embargo, ante la noticia de la separación, adelantada por 'ABC', él era el único en pronunciarse públicamente. "Aún no hemos firmado el convenio regulador y no hay nada más que decir. Es un momento difícil para ambos y por respeto a ella y a mi hijo no voy a hablar", aseguraba él.Hasta que la soprano llegó a su vida, Garmendia solo era conocido –y reconocido– en las informaciones hípicas, en las quesu nombre aparecía con frecuencia y en primera plana. Jesús Garmendiaha sido uno de los mejores jinetes que ha dado nuestro país y sus habilidades a lomos de un caballo quedaron demostradas al convertirse dos veces en campeón de España.
Garmendia fue uno de los grandes y, aunque esa posición nadie se la ha podido arrebatar, en los últimos tiempos ha tenido ciertos problemas en el mundillo de la hípica que le han hecho reconducir en gran medida su carrera hacia el mercado internacional.Según unainformación que publicaba hace unos mesesVanitatis, el ocaso de Garmendia comenzó en 2012 tras no saber gestionar la venta de los caballos que le habían cedido importantes empresarios. Hasta entonces, el jinete había montado los corceles de algunos propietarios como la familia Recondo (famosos por susgalletitas saladas). Gracias a esta labor, Garmendia podía acudir a los concursos y competir, ya que en ese caso es el propietario del animal el que asume los gastos, pero fue convertirse precisamente en eso, en gestor, lo que marcó el inicio de sudecadencia como jinete. “No supo negociar la venta de caballos y es una pena porque es un magnífico jinete”, aseguraban a este medio fuentes del mundo de la hípica. Para mitigar de alguna forma sus horas más bajas como jinete, Garmendia ha impartido 'clinics', ha montadolos potros de un ganadero salmantino y ha dado clases en el Club de Polo de Barcelona. Ese ajetreo profesional, que lo ha llevado también al extranjero,podría haber marcado su ruptura con la soprano.
Jinete desde los ocho años
"Tengo 43 años y llevo 35 montando", asegurabaGarmendiaen una entrevista concedida en 2008. Nacido en San Sebastián hace más de medio siglo, en ese mismo reportaje aseguraba que luchaba por mantener su nivel de euskera aunque iba muy poco por su tierra. Cuando solo tenía ocho años, sus padres le dieron la oportunidad de que se subiese por primera vez a un caballo, y según contaba él mismo, ese fue un importante punto de inflexión a la hora de querer dedicarse al mundo de la hípica.
Amigo deCayetano Martínez de Irujo, casi siempre se ha mostrado en contra de que el mundo de los jinetes se mezclase con el del 'cuore'. Quizá por eso siempre fue reacio a comentar su vida privada y el noviazgo que le unió durante años aAinhoa Arteta.
Ambos se conocieron en el año 2005 y, al cabo de los años, tuvieron a Íker, su primer hijo. Este vino al mundo cuando la pareja ya estaba totalmente asentada, en enero de 2010.Ainhoaya tenía a una hija, Sara, de su segundo matrimonio conDwayne Croft, un barítono estadounidense. Aunque ya eran felices viviendo en Barcelona y habiendo formado una familia, el matrimonio no había llegado aún a sus vidas. Eso cambió en 2013, cuando decidieron pasar por el altar y ella confirmó que había boda. "Ayer en Fuenterrabía nos casamos, boda íntima, los niños y nosotros. Gran día", expresó ella en Twitter.
Ahora, esa unión ha tocado a su fin y aunque estedoble campeón de España de saltos y ganador de doce premios internacionalesestá en el extranjero, donde últimamente ha encontrado un filón entrenando a sus caballos, su regreso a nuestro país estará marcado por una separación que ha hecho que muchos de los que rodeaban a la pareja (y que les anticipaban un gran futuro) se queden con la boca abierta.
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Es donostiarra, jinete de profesión y ha sido el gran amor de Ainhoa Arteta. Al menos, en la última década. Este jueves, muchos se asombraban ante la noticia de la separación de la soprano y Jesús Garmendia. En el entorno del 'cuore', los dos han sido unos discretísimos protagonistas: jamás hablaban de sus vidas privadas, casi siempre son agradables y no se les conoce polémica alguna. Sin embargo, ante la noticia de la separación, adelantada por 'ABC', él era el único en pronunciarse públicamente. "Aún no hemos firmado el convenio regulador y no hay nada más que decir. Es un momento difícil para ambos y por respeto a ella y a mi hijo no voy a hablar", aseguraba él.Hasta que la soprano llegó a su vida, Garmendia solo era conocido –y reconocido– en las informaciones hípicas, en las quesu nombre aparecía con frecuencia y en primera plana. Jesús Garmendiaha sido uno de los mejores jinetes que ha dado nuestro país y sus habilidades a lomos de un caballo quedaron demostradas al convertirse dos veces en campeón de España.