Tamara Falcó se marca un 'Lourdes Montes' en su debut como diseñadora

Hace meses que Tamara Falcó anunció la que iba a convertirse en su nueva profesión: el diseño de moda. Era algo que la joven venía barruntando desde hacía tiempo y de hecho el nombre de su firma 'TFP', que corresponde con sus iniciales, quedó registrado como marca hace ya siete años. Sin embargo, hasta la fecha no había encontrado el momento idóneo para centrarse en esta nueva labor y es ahora cuando empieza a despegar la que es su primera colección como diseñadora. Su primera creación que se hizo pública fue un vestido que lució Ana Boyer hace cuatro meses y el segundo el que la propia Tamara se ha enfundado este miércoles para recoger un premio que le concedía la revista 'Marie Claire'.

A la cita la hija de Isabel Preysler acudió con un vestido que la proclamó una de las peor vestidas de la noche. Terciopelo rosa palo, gasa y pasamanería negra conformaban un look que dista mucho de la elegancia a la que nos tienen acostumbrados las Preysler. El estilismo, unido a que por un problema de tiroides Tamara ha cogido algunos kilos, hacía que el resultado fuera cuanto menos reprochable.

Tami, como la llaman sus amigos, no acertó con el color (los tonos pastel aumentan el volumen), el escote ni tampoco con los complementos. Además escogió un tejido nada apropiado, el terciopelo, que, según explica Ana Iriberrri,de www.aiasesoresdeimagen.com, produce un efecto tornasol que le da más volumen en el pecho y hace que a Tamara la veamos con más kilos de los que realmente ha cogido. Y todo ello en la noche en la que por primera vez presentaba uno de los diseños que conforman su primera colección (esa que estaba prevista para este mes de noviembre, pero para la que aún no hay fecha de presentación).

Su 'estreno' como diseñadora recuerda mucho al de Lourdes Montes. La mujer de Fran Rivera abandonó la abogacía para emprender una carrera en el mundo del diseño en compañía de su hermana Sibi. Juntas fundaron la firma nupcial Analilen y qué mejor manera de debutar, debieron pensar, que hacerlo en la boda religiosa de la propia Lourdes, que daba el 'sí, quiero' al torero en plena promoción de su firma.

Como le ha ocurrido a Tamara, la decisión no pudo ser peor. En el vestido nupcial de Lourdes, de color rosa salmón y de aire 'vintage' y romántico, pendían unas lágrimas de cristal tamaño XL que le robaron todo el protagonismo a la novia y que fueron el centro de las numerosas críticas que levantó el diseño. “Sabemos que cada persona tiene un gusto diferente y que, aunque queramos, es muy difícil recibir solo comentarios buenos”, se defendió la esposa de Rivera en su primera aparición pública tras la boda.

Sin embargo, como el tiempo es el mejor amigo de la razón, la propia Lourdes reconoció un año y medio después que se equivocó con su vestido de novia. “Estamos de acuerdo”, le dijo la diseñadora a una fan que le decía educadamente que su traje nupcial no fue acertado. “Yo ahora mismo tampoco me pondría algo así, pero en su momento me gustó”, terminó diciendo.

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