Vaquerizo, un follower esquivo

De sobra conocida es la afición de Mario Vaquerizo a subir todas sus andanzas a Instagram, la única red social de la que dice ser partidario. Bien sea en una cena de Elemna Benarroch o dando buena cuenta de sus quehaceres diarios, el marido de Alaska es un experto a la hora de exhibir algunas partes de su vida a través de la conocida red social. Sin embargo, no es partidario de seguir a todo el mundo. Hace poco, en la inauguración de la exposición de cuadros de David Delfín, Vaquerizo recibió una petición por parte de un adolescente. Eran muchos los que se colaron en la 'Fresh Gallery' para poder verle a él y a Alaska, invitados de excepción a la exposición. El chico se le acercó y fue bastante claro en su propósito: "Mario, ¿puedes seguirme en Instagram?", le dijo. La respuesta de Vaquerizo fue clara pero contundente. "Cariño, ¿qué mejor que vernos cara a cara y no a través de una red social?".Ante la negativa, el adolescente se fue de la sala algo decepcionado, pero Mario no quiso que se fuese así y charló un rato más con él antes de la escapada. Pese a todo, no accedió a seguirle en la conocida red social de fotografías online.

Mario Vaquerizo ya ha declarado en alguna ocasión que siempre que se niega a hacer una fotografía o a firmar un autógrafo porque no tiene tiempo o tiene un mal día lo hace de manera amable. De hecho, en el reality Alaska y Mario, que mostraba gran parte de la vida diaria de una de las parejas más mediáticas de nuestro país, se le pudo ver en los momentos en los que sus fans buscaban desesperadamente una fotografía o un autógrafo fuese como fuese. En uno de los capítulos del espacio de MTV se le pudo ver accediendo a hacerse una foto junto a unas adolescentes a cambio de algo: "No gritéis chicas. Si gritáis, me enfado", les dijo. En líneas generales, Alaska y Mario suelen ser dos de los famosos que en mayor número de ocasiones acceden a fotografiarse junto a sus fans. Eso sí, que quieran seguirlos en Instagram ya es otra historia.