Guía de estilo para saber cómo y cuándo llevar alpargatas en una boda (palabra de experta)

Las alpargatas se han convertido de un tiempo a esta parte en un auténtico ‘must have’ de las bodas de verano y también de las de primavera y otoño mientras el tiempo respete las buenas temperaturas (y evita las lluvias, claro). Una tendencia en auge que durante la cumbre de OTAN ha sido una de las grandes protagonistas y que nos hace preguntarnos si las estamos usando bien. ¿Hay líneas rojas en cuanto al dress code de una ceremonia como una boda? ¿Cuáles son las perfectas para novias? ¿Y para invitadas?

Para resolver todas las preguntas que nos surjen y elaborar una completa guía de estilo a prueba de exigencias de guion de cualquier tipo, desde Vanitatis nos hemos puesto en contacto con una de las mayores expertas en bodas, Cristina Ruiz Montesinos, la mujer detrás de laconocida web ‘Casilda se casa’ que además, acaba de lanzar una colaboración especial junto a Castañer, la firma que conquistó a Jill Biden y sus nietas durante su reciente visita a Madrid.

Estos son sus consejos para novias, madrinas e invitadas para nunca fallar con este complemento tan cómodo con el que desfilar hacia el altar y bailar hasta altas horas de la madrugada sin despeinarte.

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Consejos para novias

Lo primero que nos preguntamos, igual que a la hora de decidir sobre cualquier accesorio que nos acompañará en nuestro gran día es si hay una alpargata perfecta para todas las novias. Y su respuesta es claramente “no”.

“La alpargata perfecta será la que le guste y le haga sentir cómoda. Mi favorita es la alta de 11cm”. No hay duda de que una cuña alta siempre estiliza más, sobre todo a novias tradicionales con vestidos largos, con cola y algo confeccionados con tejidos con algo de peso, que siempre hacen que una ayuda extra en cuanto altura siempre sume.

No obstante, para la experta, no hay líneas rojas en este sentido. “Hay tantas combinaciones como tipos de novias y de bodas. Las planas pueden quedar genial a una novia altísima que no quiera destacar o las sandalias pueden ser el punto perfecto para alguien que lleve un vestido midi”, continúa.

Si tuviese que elegir un modelo para una ceremonia en concreto, no duda y tira de las que ha diseñado ella misma. “De día llevaría las cuñas altas en color blanco y de noche las sandalias verdes y negras”, explica, buscando añadir algo de originalidad y diversión quizá a las novias que más arriesgan con vestidos de cortes diferentes, como aquellos en los que se ven los zapatos. “Todo depende de cómo se lleve”.

En cuanto a si está bien o mal visto llevar alpargatas desde el inicio de la boda, vuelve a ser tajante y confiesa que aunque sobre esto no hay leyes escritas en piedra, a ella personalmente le gusta “llevarlas desde el principio”. Sin embargo, no cierra puertas a otras opciones, “Si prefieres reservarlas para bailar, lo ideal es cambiarse en el postre. Aunque, realmente, en el momento perfecto, si quieres llevar otros zapatos antes, es en el que te duelan los pies. Y si es nada más salir de la iglesia, pues ahí”, nos resuelve divertida.

Y para invitadas

En este punto, nos surge una primera duda: ¿A qué bodas puedo ir en alpargatas? “A las bodas en entornos relajados como son islas, cerca del mar, etc. Aunque insisto en que estas alpargatas, por su tejido, son especiales”. En función del estilo del calzado en cuestión, de los tejidos y acabados, pueden resultar incluso perfectas para ciudad. De hecho, hasta lo ideal es luego reciclarlas para ir a la oficina y planes de todo tipo tanto en ciudades grandes como Madrid o Barcelona como luego en lugares de vacaciones.

“Desde hace cinco años todas las temporadas me hago con un par que destrozo. Siempre cojo el mismo modelo que he querido replicar para novias: empeine en V, punta redonda y la cuña con una altura de 11 cm (tacón de 7cm y plataforma de 3cm)”, nos confiesa. Las alpargatas con las que nunca falla.

Ahora sí, en este punto, también deja la puerta abierta a todo tipo de estilos, aunque esta temporada, tiene el corazón conquistado por una combinación. “El bicolor es un clásico que siempre funciona y, aunque hemos jugado con colores más sencillos como el blanco y el rosa, hemos querido destacar también con el verde oscuro que es un color fácil de combinar, pero diferente. Creo que estas sandalias son perfectas para una invitada”, concluye.