La boda de Fernando Palazuelo y Micaela Belmont: vestido con personalidad y 250 invitados de la aristocracia como Ágatha Ruiz de la Prada
La pareja se ha casado este sábado en la parroquia de Santiago (Cáceres) y trasladarán el banquete y la fiesta al Palacio de Godoy, un hotel rehabilitado por el novio
Micaela Belmont, a su llegada a la parroquia de Santiago (Cáceres). (Gtres)
La espera ha terminado. Cáceres amanece radiante este sábado y la ciudad se prepara para acoger una de las bodas más elegantes de la temporada. En la parroquia de Santiago, con su piedra centenaria y su discreta grandeza, Fernando Palazuelo, hermano de la duquesa de Huéscar, y la actriz peruana Micaela Belmont se han dado el “sí, quiero” tras más de siete años de relación.
La emoción ha flotado en el aire. Los invitados comenzaban a ocupar sus asientos mientras los acordes del órgano inundaron el templo. Fuera, una multitud de curiosos ha intentado captar algún destello de los protagonistas de este enlace que une a dos familias con raíces en la aristocracia españolay la alta sociedad peruana.
Sofía Palazuelo y el duque de Huéscar en la boda. (Gtres)
Poco después, ha hecho su entrada la novia. Micaela Belmont ha aparecido radiante y ha apostado por un vestido de novia con personalidad. Ha lucido un diseño confeccionado en un tejido con trama trenzada, una labor casi escultórica que grita ser artesanal.
El modelo, en un tono marfil con reflejos plateados, se ajusta al cuerpo con una caída impecable y se abre en una falda larga que acaricia el empedrado del casco histórico de Cáceres. El cuello alto y las mangas largas aportan un aire solemne y refinado, mientras que el cut-out del pecho en formas geométricas da un aire sensual. Además, la textura del tejido —con ese efecto de trenza entrelazada— crea un juego de luces único bajo el sol de mediodía.
En sus manos, Micaela sostiene un ramo de lirios blancos, sencillo y de líneas puras, que contrasta con la complejidad del vestido. Lleva el pelo recogido en un moño bajo pulido, sin artificios, y un maquillaje natural que resalta su belleza serena. Todo en ella desprende calma y elegancia, muy en sintonía con la estética de la familia Palazuelo-Barroso.
La novia a su llegada. (Gtres)
Entre los aproximadamente 250 invitados —unos 100 llegados desde Perú— se distinguen rostros conocidos de la aristocracia española, empresarios, figuras del arte y del mundo cultural, un reflejo del entorno en el que se mueven tanto los Palazuelo como los Belmont. Un ejemplo ha sido la diseñadora Ágatha Ruiz de la Prada, según medios locales.
A pocos metros de la iglesia se levanta el Palacio de Godoy, una joya arquitectónica del siglo XVIII que Fernando Palazuelo ha rehabilitado para convertirlo en el nuevo hotel Hilton de Cáceres. Es allí donde, tras la ceremonia, se servirá el almuerzo y donde tendrá lugar la fiesta posterior. El edificio, recién inaugurado tras una inversión de 14 millones de euros, representa la culminación de uno de los proyectos más ambiciosos del empresario, y hoy, además, se convierte en el escenario de su propia historia de amor.
Los invitados han disfrutado durante toda la semana de un programa de celebraciones cuidadosamente organizado. Entre los actos previos, uno de los más comentados fue el almuerzo ofrecido en el Palacio Galiana, en Toledo, propiedad de la familia Barroso, donde se reunieron amigos y familiares llegados desde Lima.
Micaela Belmont, en su boda. (Gtres)
Micaela Belmont, actriz de éxito en Perú por su papel en 'Los Vílchez', pertenece a una destacada familia del país. Su bisabuelo, Luis Gallo Porras, fue vicepresidente y primer ministro; su madre, una reconocida gestora cultural, y su padre, el empresario Rafael Belmont.
Educada entre Lima, Nueva York y Madrid, Micaela representa a una nueva generación cosmopolita, culta y discreta. Ella misma contaba recientemente que la actuación le ha enseñado “a vivir con verdad”, y que entiende el matrimonio no como una renuncia, sino como un impulso para seguir creciendo.
Mientras la pareja se ha intercambiado las alianzas, las campanas han comenzado a repicar. Los novios se han mirado emocionados, y entre los aplausos de sus familiares y amigos, han emprendido su camino hacia el futuro.
La espera ha terminado. Cáceres amanece radiante este sábado y la ciudad se prepara para acoger una de las bodas más elegantes de la temporada. En la parroquia de Santiago, con su piedra centenaria y su discreta grandeza, Fernando Palazuelo, hermano de la duquesa de Huéscar, y la actriz peruana Micaela Belmont se han dado el “sí, quiero” tras más de siete años de relación.