¿Qué son los microgreens y qué beneficios tienen? El nuevo aliado de moda para cuidarse y comer sano

También llamados microbrotes, microverduras, microvegetales o microplantas, entre otras denominaciones, los microgreens son pequeñas plantas recolectadas justo después de su germinación, en el momento en el que aparecen las dos primeras hojas, que reciben el nombre de cotiledones.

Esta, precisamente, es la principal diferencia entre los brotes (con los que no debemos confundirlos) y los microgreens: que los últimos tienen hojas, mientras que los brotes, o germinados, aún no las han desarrollado. Se cultivan a partir de semillas de prácticamente cualquier planta comestible.

Muy de moda tanto por su atractivo aspecto como por sus propiedades, entre los más extendidos están los del brócoli, la albahaca, el apio, el cilantro, la albahaca, la col o la mostaza, entre muchos otros.

Su principal propiedad es que, al nacer y antes de que brote la tercera hoja, los cotiledones son algo así como la reserva de energía, de la planta, y están cargados de nutrientes, muy a menudo, en mucha mayor medida que la planta adulta: hasta 40 veces.

Entre los muchos nutrientes que tienen los microgreens destacan los minerales (como el hierro, el calcio, el potasio, el zinc o el magnesio, principalmente), las vitaminas y los antioxidantes (especialmente, polifenoles).

Estos últimos, que han demostrado en múltiples estudios su poder anti inflamatorio, son muy interesantes para la salud, pues la inflamación se asocia con la aparición de muchas enfermedades graves, entre ellas, las del aparato cardiovascular, enfermedades neurológicas degenerativas, obesidad, diabetes y algunos tipos de cáncer.

Su aspecto, delicado y fresco, y su sabor, que dependiendo del tipo varía de neutro a picante, ácido o amargo, los convierten en un ingrediente muy deseado en la cocina. Además, son muy decorativos, y extremadamente fáciles de cultivar en casa.

Para ello, tan solo necesitaremos un sustrato fértil apto para horticultura en el que puedan desarrollar sus raíces, hidratación y luz solar durante al menos seis horas al día. Una vez sembradas las semillas deberemos colocar el recipiente en un lugar con sol y regarlas a diario, y en el momento en el que hayan sacado sus cotiledones (las primeras dos hojitas, como explicábamos al principio), estarán listos para consumir, una vez lavados y cortados a ras de la tierra.