Los beneficios de las semillas de lino y cómo te ayudan a perder peso

Aunque solemos asociar el lino con tejidos, ideales y refrescantes para las prendas de verano, pero también muy elegantes para decorar en nuestras casas, lo cierto es que también podemos obtener grandes beneficios del consumo de sus semillas. Si prestamos atención, habremos visto cómo podemos encontrarlo en algunos panes de semillas y otros preparados, pero no es la única forma de tomarlo.

Lo más habitual encontrarlo de tres formas diferentes, en forma de semillas, como en el pan, tal y como señalábamos antes, en harinas, que se obtienen al moler las semillas, o en aceite. De esta forma, sean cuales sean nuestros gustos, podremos tener la opción de introducirlo en nuestra alimentación para poder disfrutar de los beneficios que esta semilla tiene para nuestra salud.

Si por algo destacan las semillas de lino es por su alto contenido en Omega 3, un ácido graso esencial que no puede producir el cuerpo por sí mismo y que tiene propiedades antiinflamatorias. Normalmente lo encontramos en pescados azules, sin embargo hay otros muchos alimentos donde podemos encontrarlo, siendo las semillas de lino solo uno de los muchos ejemplos. También contiene ácidos grasos Omega 6.

Nos aportan también una gran cantidad de fibra, lo que hace que aumente nuestra sensación de saciedad, lo que nos ayudará a controlar el apetito, uno de los factores que hace de estas semillas el complemento ideal cuando queremos perder algo de peso. Son también ricas en antioxidantes y cuentan con numerosas vitaminas, como las del grupo B o vitamina E, y minerales, como el magnesio, el potasio y el hierro.

Gracias a todas estas propiedades que poseen, su consumo puede producirnos grandes beneficios, no solo a la hora de adelgazar, ya que como hemos señalado antes, su capacidad saciante nos ayuda a consumir menos calorías al ayudarnos a sentir menos hambre. También favorece la digestión, evita el estreñimiento ayudándonos a eliminar toxinas, ayuda a evitar la retención de líquidos, y a regular los niveles de colesterol, así como los niveles de azúcar en sangre.

Además, las semillas de lino son una estupenda fuente de proteínas vegetales y su consumo nos ayuda a que nuestro cabello y uñas se vean más bonitos y sean más fuertes y resistentes a roturas. Su uso externo es ideal para tratar daños en la piel, como eccemas y quemaduras.

Cómo tomar el lino

Aunque sea un alimento natural, antes de introducirlos en nuestra dieta conviene que consultemos con expertos en la materia, como nutricionistas, sobre todo si queremos aprovechar sus propiedades para perder peso. En algunos casos concretos, como si estamos tomando una medicación específica para tratar la diabetes, conviene consultar con el médico para evitar descompensaciones; también durante el embarazo conviene tomarla con precaución.

Podemos tomar las semillas de lino enteras, espolvoreadas en yogures o ensaladas, sin embargo de esta forma no estaremos aprovechando todos sus nutrientes, porque las semillas tienen una cubierta externa muy difícil de romper por lo que en muchas ocasiones “salen igual que entran”. Además, debido a su alto contenido en fibra, consumir semillas enteras en exceso puede provocar malestar estomacal o hinchazón. Así, lo mejor es tomarla molida.

En forma de harina podremos tomarla de la misma forma que las semillas, añadiendo un poco a nuestros yogures, ensaladas, salsas o boles de cereales del desayuno, pero también añadiendo un poco a nuestras recetas saludables de dulces caseros, como galletas, magdalenas o incluso pan. También se puede mezclar con agua y emplearla para rebozar, sustituyendo a los huevos, aunque la textura final no será la misma.

Otra forma de consumir el lino es en forma de germinado, poniéndolas en remojo y dejándolas después sobre una superficie húmeda para que alcancen el punto óptimo y podamos usarlas en recetas como ensaladas o sándwiches. Eso sí, en estos casos necesitaremos que las semillas sean naturales, no tostadas. Igual que sucede con la mayoría de los alimentos ricos en fibra, el lino conviene consumirlo acompañado de abundante agua, para que esta haga su efecto.

Pueden ayudarnos a reducir el riesgo de padecer problemas cardiovasculares, reducir la presión arterial, estimular la respuesta inmunitaria del cuerpo o reducir algunos síntomas de la menopausia, pero, como hemos señalado, es importante no quedarnos con la duda sobre la idoneidad de introducir el lino en nuestra dieta. Por eso consultar con expertos y nutricionistas es una excelente idea, sobre todo su tenemos algún problema de salud previo o queremos emplearlas como ayuda para perder peso.