Así influye la vitamina D para adelgazar y perder peso

Hay muchos factores que influyen a la hora de ayudarnos a perder peso y todos ellos son importantes y debemos tenerlos en cuenta una vez que tomamos conciencia y decidimos que es el momento de dar el paso. Podemos llevar una vida más activa, comenzar a cuidar lo que comemos, prestar atención a nuestras emociones, pero también asegurarnos que nuestros niveles de vitamina D son los adecuados.

Mientras que todos somos conscientes de la importancia de abandonar el sedentarismo a la hora de adelgazar, adaptando la cantidad y calidad de ejercicio físico a nuestra edad para aprovechar todos sus beneficios, solemos descuidar el resto de factores que también son clave para conseguir esa pérdida de peso que, a la larga se transformará en una mejora de nuestra salud.

Podemos contribuir a una vida más saludable reduciendo el consumo de azúcar, una sustancia de la que tomamos más cantidad de la recomendada sin apenas darnos cuenta, pero también evitando un consumo excesivo de alcohol, apostando por alimentos saludables y de calidad, donde las frutas y verduras abunden y los ultraprocesados sean meramente anecdóticos.

También existen otros factores que no están relacionados con la alimentación, por ejemplo, no dormir las horas suficientes puede ser determinante a la hora de hacernos ganar peso o de que nos sea más complicado perderlo. Una mala calidad del sueño puede ralentizar nuestro metabolismo y aumentar los niveles de la hormona que estimula el apetito.

Aunque sea un factor menos conocido, unos niveles adecuados de vitamina D también pueden ser clave a la hora de ayudarnos a perder peso. Aunque las vitaminas son nutrientes que nuestro cuerpo no puede producir, existen algunas excepciones y la vitamina D es una de ellas: el cuerpo la produce como respuesta a la exposición solar. Además de a través de la piel, tenemos otras dos formas de obtenerla, a través de la dieta o ayudándonos de suplementos.

La vitamina D ayuda al cuerpo a absorber el calcio, que obtendremos gracias a la alimentación y es uno de los principales elementos de unos huesos fuertes, por lo que su deficiencia puede provocar osteoporosis. Sin embargo esta no es la única función de esta vitamina, que juega un papel importante en el sistema nervioso, muscular e inmunitario. Como un exceso de sol puede llegar a ser perjudicial, no son pocas las personas que optan por incorporarla gracias a la alimentación.

Aunque la vitamina D por sí misma no te ayude a adelgazar, unos niveles adecuados de ella pueden hacer que tu dieta equilibrada y el ejercicio físico de forma habitual resulten más efectivos, sobre todo a la hora de perder tripa y reducir la grasa abdominal, que suele ser superior en quienes tienen unos niveles bajos de esta vitamina. La vitamina D controla los niveles de serotonina, que mejora el estado de ánimo y el sueño, lo que puede ser clave para perder peso de forma más eficiente.

Puede ayudarnos a controlar el apetito y a aumentar la sensación de saciedad, así como a evitar la ansiedad por comer y las calorías extra que sumamos de esta forma. Además, niveles más altos de vitamina D suelen asociarse con niveles más altos de testosterona, lo que ayuda a perder peso aumentando el metabolismo y por tanto quemando un mayor número de calorías, además evita la formación de nuevas células adiposas.

Podemos aumentar la cantidad de vitamina D de nuestro organismo incluyendo en nuestra dieta alimentos ricos en ella, como algunos pescados grasos, los lácteos y la yema de huevo. Para saber si tenemos un déficit de esta vitamina será necesario hacernos un análisis de sangre tras consultar con profesionales y nunca tomar suplementos vitamínicos por nuestra cuenta porque, aunque sea poco frecuente, podemos padecer una intoxicación por vitamina D.