Si queremos eliminar el azúcar de nuestra dieta, ¿es buena idea cambiarlo por miel?

Desde hace bastante tiempo la mayoría de las personas son conscientes de la necesidad de reducir nuestro consumo de azúcar. En general, tomamos más de lo que es recomendable y esto puede dar lugar a diversas enfermedades.

Una ingesta excesiva de azúcar puede ir asociado a problemas como la obesidad o enfermedades cardiovasculares. Por ello lo recomendable es reducir los azúcares añadidos que a menudo se encuentran en los productos que compramos sin que seamos conscientes de ello.

Una buena idea para conseguirlo es prestar atención durante el momento de la compra. Mirando las etiquetas seremos más conscientes de lo que comemos y de si los alimentos que consumimos contienen más azúcares de lo que deberían.

Acudir al supermercado con una lista hecha, cargada de productos frescos, frutas y verduras, ayudará a evitar tentaciones, así como no ir a hacer la compra con hambre. Si no los tenemos en casa, no los podremos consumir.

Una buena forma de eliminar el azúcar es ir reduciéndolo poco a poco, para poder acostumbrarnos al sabor real de los alimentos. O también sustituirlo por otro producto que endulce y que sea menos nocivo para la salud.

Es por esto por lo que mucha gente opta por sustituir el azúcar por miel. La miel es un producto que goza de muy buena fama ya que siempre ha formado parte de nuestra dieta y tradicionalmente se ha empleado para aliviar catarros, aumentar nuestras defensas y favorecer la digestión.

Sin embargo no es el sustituto más adecuado porque la miel es básicamente agua, azúcar y un pequeño porcentaje de nutrientes, por lo que los beneficios de una frente al otro son bastante pequeños.

Si queremos rebajar nuestro consumo de azúcar diario, al cambiarlo por la miel en realidad lo estaremos manteniendo.

Por ello puedes optar por endulzar tus platos con productos naturales con purés de frutas, como la manzana, los plátanos o los higos, o verduras dulces como la calabaza o la zanahoria. En muchas ocasiones, sobre todo en repostería, se emplea pasta de dátil como sustituto del azúcar.

En los yogures puedes añadir fruta troceada o pasas y para el café, puedes emplear un poco de canela. Tanto si decides seguir usando azúcar, miel o cualquiera de estas propuestas, recuerda que el peligro está en un consumo excesivo, por lo que lo mejor es optar por la moderación.