A menudo, cuando sentimos malestar, cansancio o inquietud, lo primero que pensamos es que estamos sufriendo ansiedad. La etiqueta parece explicar cualquier sensación desagradable, pero no siempre es el diagnóstico acertado. ¿Es realmente ansiedad lo que sientes cuando algo te incomoda?
En una publicación en sus redes sociales, la psicóloga Eva Molero advierte de la importancia de no etiquetar cualquier sensación como ansiedad. “No todo lo que sientes es ansiedad. Aunque pueda parecerlo”, escribe, invitando a reflexionar sobre otras posibles causas detrás del malestar emocional que podemos experimentar.
No debemos etiquetar todo como si fuese ansiedad. (Pexels / cottonbro studio)
Molero señala que, en ocasiones, estamos “agotadas, sensibles, tristes, estresadas o atravesando algo que aún no hemos terminado de digerir”. Es decir, hay muchos factores que pueden explicar un estado de incomodidad sin que necesariamente se trate de ansiedad como trastorno o problema clínico.
La especialista recuerda que “la ansiedad existe y tiene muchas caras”, y es clave reconocerla cuando realmente está presente. Sin embargo, también insiste en que “es importante no ponerle ese nombre a todo, ni convertirla en el comodín que explica cualquier malestar”, pues eso podría dificultar comprender lo que realmente ocurre.
Eva Molero propone mirar con calma cada experiencia emocional en lugar de etiquetar de inmediato. “Tu experiencia merece ser escuchada con atención, sin prisas ni etiquetas precipitadas”, afirma en su publicación, destacando la necesidad de dar espacio a lo que sentimos para poder entenderlo.
Podemos buscar ayuda profesional para saber lo que nos ocurre. (Pexels / Kaboompics)
En ese sentido, Molero subraya que la terapia puede ser un recurso valioso cuando el malestar persiste o interfiere en el bienestar. “Ahí es donde la terapia puede acompañarte: a entender, a poner nombre… y a cuidar lo que sea que estés viviendo”, concluye, recordando el papel de la ayuda profesional.
Por eso, es mejor no apresurarse a poner etiquetas. Escuchar lo que sentimos, darnos permiso para no tenerlo todo claro y pedir ayuda si lo necesitamos puede ser el primer paso para empezar a sentirnos mejor.
A menudo, cuando sentimos malestar, cansancio o inquietud, lo primero que pensamos es que estamos sufriendo ansiedad. La etiqueta parece explicar cualquier sensación desagradable, pero no siempre es el diagnóstico acertado. ¿Es realmente ansiedad lo que sientes cuando algo te incomoda?