Cómo bajar de peso rápidamente sin perder la salud por el camino

Existen numerosas formas de perder peso, pero no todas son igual de saludables. Todos hemos oído hablar de esas dietas milagro que sin apenas esfuerzo nos ayudan a adelgazar, pero a la larga sabemos que cambiar de esa forma nuestra alimentación puede llegar a ser perjudicial. Las dietas que se basan en el consumo de un solo alimento, como la dieta de la papaya o la dieta del atún, a la larga pueden causarnos problemas.

No podemos perder de vista que, aunque queramos adelgazar, nuestra prioridad tiene que ser hacerlo de forma saludable, con una alimentación equilibrada que nos aporte todos los nutrientes que nuestro cuerpo necesite, con un poco de ejercicio físico, para quemar calorías y tonificar los músculos, y con la ayuda y consejo de un profesional, que será quien mejor nos guíe en el proceso.

Sin perder de vista estos objetivos, hemos querido recopilar algunos pequeños cambios en nuestra alimentación y nuestros hábitos con los que podemos conseguir grandes beneficios en poco tiempo, siempre teniendo presente que nuestra salud es primordial. Por eso, uno de los primeros trucos que podemos poner en práctica es reducir la cantidad de alcohol que ingerimos, que nos aporta una gran cantidad de calorías y ningún nutriente, algo que se conoce como calorías vacías y puede impedirte adelgazar.

A cambio podemos aumentar la ingesta de agua, una buena hidratación nos ayuda a que nuestro cuerpo funcione mejor, pero también puede hacernos sentir saciados antes, evitando que comamos más de lo que nuestro cuerpo necesita. Si no eres muy partidario de este líquido o te resulta aburrido, puedes optar por tomar infusiones, muchas de ellas pueden incluso servirte para tu propósito, gracias a sus cualidades.

Té verde, cola de caballo e incluso la manzanilla pueden ser unos buenos aliados para ello. También existen productos desarrollados a partir de varias plantas, para aprovechar sus distintos beneficios. Es el caso del té de LPG (Thé Bio Minceur Express J14 LPG), con guaraná para la pérdida de peso, té verde quemagrasas, ortiga e hinojo por sus propiedades drenantes y menta y jengibre para una buena digestión.

También podemos disminuir la ingesta de azúcar, tanto del que añadimos nosotras a nuestros alimentos, como del que está oculto en productos preparados o ultraprocesados. Es por la cantidad de azúcar que contiene por lo que no conviene abusar de los zumos, en los que el azúcar intrínseco pasa a ser azúcar libre y su efecto en nuestro cuerpo es diferente. Siempre es mejor consumir la pieza entera porque así además estaremos tomando una mayor cantidad de fibra.

Igual que conviene consumir menos cantidad de determinados alimentos, hay otros que se pueden tomar casi sin medida, este es el caso de las frutas y verduras, son ricas en nutrientes e incluyéndolas en las comidas lograrás saciarte consumiendo menos calorías, también incrementar la cantidad de fibra, algo que puede ser muy útil a la hora de perder peso.

Apuesta por las cocciones más sanas, intentando reducir el consumo de aceite para que no resulte excesivo, preparando determinados platos al horno en lugar de fritos, o cocinando las salsas con ingredientes naturales en lugar de optar por los preparados. ¿Sabías que la pasta no engorda? Si escoges sus versiones integrales, la cocinas al dente y la acompañas de salsas ligeras y a base de verduras, puede ser un gran aliado para tu dieta.

Si necesitas un empujón para que el proceso sea más rápido, no dudes en complementar tu dieta con alguna ayuda nutricosmética saludable, como el Concentré Minceur de LPG, una cápsula 100 % vegetal, elaborada a partir de coníferas; o el Concentré Minceur Express J14 de LPG, que con una sola dosis diaria disuelta en agua, quema grasas, favorece la circulación y el drenaje así como la pérdida de volumen. Combina L-carnitina y cafeína para liberar rápidamente la grasa localizada, transformándola en energía gracias al extracto de 6 plantas.

Además de estos cambios sobre la alimentación, también podemos poner en práctica otros trucos, como dormir al menos siete horas diarias, evitar cenar demasiado tarde, comer más despacio y masticar bien los alimentos, planificar los menús, tratar de llevar horarios regulares y, sobre todo, incorporar el ejercicio físico a nuestra rutina.