Álvaro Bilbao, psicólogo infantil: “Hay seis cosas que rompen la confianza de los niños y que muchos adultos desconocen”
Lo que Álvaro Bilbao plantea no son normas rígidas, sino invitaciones a una nueva forma de mirar la crianza
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Álvaro Bilbao no es solo neuropsicólogo clínico y doctor en Psicología de la Salud, también es padre de tres hijos y divulgador incansable sobre crianza respetuosa. Con más de dos millones de seguidores en redes sociales hasta junio de 2025, se ha convertido en una de las voces más influyentes del ámbito educativo y emocional infantil en lengua hispana. En una de sus últimas publicaciones de Instagram, Bilbao lanza una advertencia directa: hay comportamientos que muchos adultos adoptan con buena intención pero que, sin saberlo, erosionan la confianza de los niños. Seis de ellos son especialmente comunes. “No se trata de padres malos, sino de prácticas normalizadas que tienen efectos sutiles pero profundos en la autoestima y la seguridad emocional de nuestros hijos”, explica en su perfil.
1. No permitirles pasarlo mal
Uno de los errores más frecuentes, según Bilbao, es intentar que los niños estén bien todo el tiempo. “Si cada vez que el niño se pone triste lo animamos, o si cada vez que se frustra lo ayudamos, estamos diciéndole que no puede estar mal y, peor aún, que no confiamos en su capacidad para gestionar emociones difíciles”, señala. Esto debilita su resiliencia emocional, la habilidad de afrontar retos sin depender constantemente de apoyo externo. La propuesta: dejarles espacio para procesar lo que sienten y ofrecer ayuda solo cuando la pidan o realmente la necesiten.
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2. Corregirles delante de otros
Bilbao lo formula de forma clara: “¿Te gustaría que tu pareja te corrigiera delante de los demás?”. Corregir en público puede parecer inofensivo, pero afecta la dignidad del niño. Comentarios como “no hagas eso” o “qué vergüenza” pronunciados frente a otros restan valor personal y generan inseguridad. La solución, dice, es simple y poderosa: educar y corregir fuera del foco social.
3. Compararles con otros niños
La comparación, aunque muy extendida, es otra forma sutil de minar la autoestima. Frases como “Tu hermano ya ha terminado” o “Mira qué bien lo hace Nicolás” no motivan: duelen. “Los niños sienten esas palabras como un pequeño puñal en el corazón. Es una traición emocional”, asegura Bilbao. El enfoque debería centrarse en el progreso individual, ayudándoles a fortalecer su relación consigo mismos, sin medir su valía en función de otros.
4. Reconocer solo los logros
“¡Qué bien pintas!”, “¡Has sacado un diez!”… Son frases comunes que, según el neuropsicólogo, pueden ser problemáticas si se convierten en el único tipo de reconocimiento. “Si solo admiramos sus resultados, nunca verán su auténtico valor”. Bilbao anima a los adultos a valorar también aspectos como la curiosidad, la valentía, la empatía o el esfuerzo. “Tenemos que mirarles con admiración por ser como son, no solo por lo que hacen”.
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5. Evitar conversaciones difíciles
Silenciar ciertos temas por incomodidad no protege: empobrece el vínculo. Bilbao advierte que esquivar conversaciones necesarias —como los límites con las pantallas, los hábitos saludables o incluso el sexo— no les ayuda a crecer. “Si damos pie a esos diálogos con coherencia y respeto, les ayudamos a tener una imagen de sí mismos más realista y completa”.
6. Cargarles con responsabilidades emocionales
Por último, Bilbao subraya un problema invisible pero común: trasladar cargas emocionales de los adultos a los niños. Les sucede cuando presencian discusiones constantes, se les responsabiliza del estado emocional de los padres o se espera de ellos un autocontrol desproporcionado para su edad. “Los hijos necesitan ser niños antes de poder asumir responsabilidades de adultos”, recuerda.
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Álvaro Bilbao no es solo neuropsicólogo clínico y doctor en Psicología de la Salud, también es padre de tres hijos y divulgador incansable sobre crianza respetuosa. Con más de dos millones de seguidores en redes sociales hasta junio de 2025, se ha convertido en una de las voces más influyentes del ámbito educativo y emocional infantil en lengua hispana. En una de sus últimas publicaciones de Instagram, Bilbao lanza una advertencia directa: hay comportamientos que muchos adultos adoptan con buena intención pero que, sin saberlo, erosionan la confianza de los niños. Seis de ellos son especialmente comunes. “No se trata de padres malos, sino de prácticas normalizadas que tienen efectos sutiles pero profundos en la autoestima y la seguridad emocional de nuestros hijos”, explica en su perfil.