Estas son las razones por las que deberíamos desterrar el rincón de pensar de los niños, según el neuropsicólogo Álvaro Bilbao

Durante las Navidades los niños están en casa de vacaciones y esto supone que en algún momento hayan realizado alguna trastada o realizado un comentario fuera de lugar. Es normal, tienen más tiempo libre y, por tanto, buscan nuevas formas de entretenerse, aunque estas no sean las correctas o apropiadas.

Cuando han cometido este error, seguro que te has planteado diferentes castigos para hacerles entender que esa actitud no era la correcta. Incluso, puede que hayas utilizado uno de los más recurrentes, el rincón de pensar, con el objetivo de que el niño recapacite y comprenda que eso no se puede tolerar.

Sin embargo, el neuropsicológico y experto en educación positiva, Álvaro Bilbao, está totalmente en contra de este castigo. Pese a que en muchas ocasiones se considere pacífico y sin consecuencias negativas, lo cierto es que no tiene una aportación positiva para los menores. El creador de contenido lo explica con un video en el que intenta que el usuario comprenda qué siente un niño cuando está en el rincón de pensar.

El doctor Bilbao explica en sus redes sociales que la técnica del rincón de pensar puede conllevar dos cosas. La primera es que los niños sean sumisos, de este modo responden de forma ciega a sus padres por miedo a su rechazo. Esto provoca problemas de autoestima en los pequeños que pueden generar dificultades a la hora de relacionarse.

Por otra parte, el rincón de pensar puede hacer que los pequeños trasformen ese miedo en rabia hacia sus padres, generando una distancia emocional y complica la colaboración entre ellos. Además, puede conllevar el desahogo del sentimiento de minusvaloración en agresiones o desprecios hacia otros niños.

Cualquiera de estas dos razones es suficiente para desterrar el rincón de pensar y buscar otras soluciones para que el niño no haga trastadas. Es importante que los pequeños se sientan valorados en casa y comprendan de una manera lógica que es lo que no está bien, ya que mediante este castigo tan solo se logra que les resulte complicado establecer relaciones sociales y que sientan que sus sentimientos no son importantes.