Las claves para "educar sin desesperar" a tus hijos, según la psicóloga infantil Angélica Joya

Hay una cosa que a los padres les encantaría poder cumplir, pero que se convierte en una tarea ardua: educar a los hijos sin desesperarse en el intento. Por eso, el primer libro de la psicóloga infantil Angélica Joya y que lleva por título, precisamente, 'Educar sin desesperar', se presenta como una guía para "educar desde la calma, el respeto mutuo y la conexión emocional".

Una obra de la psicóloga que habla sobre lo que se conoce como crianza respetuosa o disciplina en positivo y que intenta hacer llegar a los lectores el mensaje clave de que se debe criar desde el respeto por los niños como iguales. No obstante, Joya diferencia entre esta forma de crianza y la permisividad que muchos achacan a este tipo de modelos.

"Hay varios factores a tener en cuenta para poder educar desde el respeto mutuo sin caer en permisividad o autoritarismo, pero el principal quizás es tener en cuenta que el respeto tiene 3 vías: respeto por las necesidades de mi hijo, respeto por las necesidades de la situación (lo que es necesario hacer para la convivencia en común) y respeto por mis necesidades", explicaba en una entrevista concedida para 'Cuerpoymente'.

Unas palabras en las que la psicóloga diferencia entre permisividad y autoridad, extremos opuestos totalmente a lo que esta defiende. "Muchos adultos están tan centrados en respetar al niño que pierden el respeto por sus límites personales y tarde o temprano termina explotando. O se centran tanto en lo que ellos creen que es necesario hacer en cada momento que se olvidan de las necesidades del peque".

En ese sentido, Angélica Joya determina: "Si tenemos en cuenta estos aspectos, tomaremos decisiones más alineadas y podremos establecer y dar seguimiento a las normas dentro de un ambiente cooperativo". Y es que es precisamente la cooperación y el respeto, dos de los principales pilares en los que se establece este tipo de crianza.

¿Qué significa educar en positivo?

La educación en positivo es un modelo que se fundamenta en el respeto mutuo entre padres e hijos, promoviendo un ambiente de aprendizaje que favorece el desarrollo integral de los niños. A diferencia de enfoques autoritarios, la educación positiva busca establecer conexiones emocionales sólidas y fomentar la autonomía infantil.

Uno de sus pilares fundamentales es el enfoque en el refuerzo positivo. En lugar de centrarse en castigos, se destaca y celebra el comportamiento deseado. Esto no solo motiva a los niños a repetir esas conductas, sino que también contribuye a la construcción de una autoestima saludable. El refuerzo positivo se convierte en una herramienta clave para modelar comportamientos positivos y reforzar valores fundamentales.

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Raquel Pérez

La comunicación efectiva es otro aspecto esencial de este enfoque. Se busca establecer un diálogo abierto y respetuoso, donde los niños se sientan seguros expresando sus pensamientos y emociones. Esto no solo fortalece el vínculo emocional entre padres e hijos, sino que también facilita la resolución constructiva de conflictos. Los defensores de la educación positiva argumentan que este tipo de comunicación sienta las bases para el desarrollo de habilidades sociales y emocionales cruciales.

La autonomía es un tercer pilar en este modelo. En lugar de imponer decisiones, se fomenta que los niños participen activamente en el proceso de toma de decisiones, adaptado a su nivel de desarrollo. Esto les permite desarrollar habilidades de pensamiento crítico y responsabilidad, preparándolos para enfrentar desafíos de manera independiente a medida que crecen.

La empatía desempeña un papel crucial en la educación positiva. Al comprender y validar las emociones de los niños, los padres pueden ayudarles a gestionar sus sentimientos de manera saludable. Esta conexión emocional contribuye al bienestar emocional a largo plazo y al desarrollo de relaciones interpersonales sólidas.

Por toda esta serie de beneficios para los niños y su formación, la educación en positivo se erige como un modelo que va más allá de la transmisión de conocimientos y se centra en el desarrollo integral de los niños. Su énfasis en el refuerzo positivo, la comunicación efectiva, la autonomía y la empatía busca construir cimientos sólidos para un crecimiento emocional, social y académico saludable.

Así, a medida que la sociedad reconoce la importancia de cultivar individuos equilibrados y capaces, la educación positiva se presenta como un enfoque valioso para guiar el camino hacia un futuro lleno de aprendizaje significativo y relaciones positivas.