Lo que la ciencia dice sobre educar en positivo a tus hijos

Ya sea porque eres padre o porque tienes niños a tu alrededor, es muy seguro que en los últimos años hayas oído hablar de la educación en positivo. Pero puede que aún no te hayas percatado de esta tendencia dentro de la crianza. La educación en positivo es un enfoque pedagógico que se centra en fomentar el desarrollo de los niños a través del refuerzo positivo, el respeto y la comprensión.

A lo largo de las últimas décadas, este enfoque ha ganado popularidad y reconocimiento en la comunidad educativa y se ha respaldado con evidencias científicas que avalan sus beneficios. Sin embargo, a pesar de esas ventajas, aún hay muchas personas que consideran que no es lo mejor para la educación de los niños.

Precisamente, sobre ese debate entre lo que muchos padres siguen considerando como cierto y los beneficios de este tipo de crianza respaldada por la ciencia, se basa el último post del reputado neuropsicológo Álvaro Bilbao. En su perfil de Instagram, con más de 1,6 millones de seguidores y vídeos realmente reveladores para los padres, ha publicado un post sobre lo que supone realmente educar en positivo en el futuro de un niño y lo que muchas otras personas piensan al respecto.

“Hay una discrepancia entre lo que muchos padres creen que es bueno para sus hijos y lo que la ciencia dice que les ayuda a desarrollarse de forma positiva. Sé que puede ser difícil cambiar nuestra perspectiva, especialmente si son ideas que hemos escuchado muchas veces o hemos vivido de pequeños. Pero hacer ese cambio puede ser de lo mejor que hagas por tus hijos/as”, escribe Bilbao sobre una imagen en que desarrolla, en sus palabras, “lo que muchos piensan” vs “la realidad”.

Bases de la educación en positivo

La educación en positivo se basa en la premisa de que los niños pueden aprender y desarrollarse de manera más efectiva cuando se les brinda un entorno de apoyo y respeto. Por eso, algunos de los principios claves que sustentan esta filosofía y que son utilizados en las aulas son:

• Comunicación efectiva

La comunicación positiva es fundamental en la educación en positiva. Los educadores se esfuerzan por utilizar un lenguaje talentoso y respetuoso con los estudiantes, lo que fomenta una relación más sólida entre el maestro y el alumno. Lo mismo sucede entree padre e hijos.

• Refuerzo positivo

En lugar de enfocarse en castigos o críticas, la educación en positivo promueve el refuerzo de comportamientos deseables. Al elogiar y recompensar los logros de los estudiantes, se crea un ambiente en el que se sienten valorados y motivados para aprender.

• Resolución de conflictos

En lugar de imponer sanciones severas, se busca enseñar a los estudiantes a resolver conflictos de manera constructiva. Esto les ayuda a desarrollar habilidades sociales y emocionales importantes.

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Sara Castellanos

Beneficios de la educación en positivo respaldados por la ciencia

Por su parte, si este tipo de enfoque pedagógico se lleva a cabo de manera adecuada, puede resultar muy efectivo en la educación de nuestros hijos según aseguran numerosos estudios. Algunos de los beneficios más reportados por expertos en crianza en positivo son:

• Mejor rendimiento académico

Numerosos estudios han demostrado que los niños y, por ende estudiantes, que experimentan una educación en positivo tienden a obtener mejores resultados académicos. Se sienten más motivados para aprender y participar activamente en el proceso educativo.

• Autoestima y confianza

La educación en positivo promueve un ambiente en el que los niños se sienten valorados y apoyados. Esto contribuye a una mayor autoestima y confianza en sí mismos, lo que a su vez tiene un impacto positivo en su bienestar emocional.

• Habilidades de resolución de conflictos

Los niños educados en un entorno de educación en tendencia positiva a desarrollar habilidades de resolución de conflictos más efectivas. Esto les ayuda a lidiar con desafíos tanto en el entorno escolar como en la vida cotidiana.

• Empatía y habilidades sociales

La comunicación positiva y el respeto mutuo fomentan el desarrollo de la empatía y las habilidades sociales. Los pequeños que se educan en esta pedagogía son más propensos a comprender las necesidades y sentimientos de los demás, lo que contribuye a la creación de relaciones interpersonales más saludables.

• Reducción del comportamiento disruptivo

La educación en positivo tiende a reducir los comportamientos disruptivos y desafiantes en casas y en el aula. Cuando los niños se sienten apoyados y valorados, son menos propensos a actuar de manera negativa.

La educación en positivo es un enfoque pedagógico que se centra en el apoyo, el respeto y la comunicación efectiva. Los beneficios respaldados por la ciencia de este enfoque son numerosos y van desde un mejor rendimiento académico hasta el desarrollo de habilidades sociales y emocionales.

Al implementar la educación en positivo, los padres y, en segundo lugar, los educadores, pueden ayudar a los niños y a los estudiantes a alcanzar su máximo potencial y a convertirse en individuos equilibrados y seguros de sí mismos.