Esta es la planta favorita de los jardineros: mucho sol y flores que duran meses

Tener un jardín es un privilegio. Disponer de un pequeño espacio verde en casa, que aporta frescor y sensación de tranquilidad, es una suerte de la que no dispone mucha gente. A la hora de decorar uno se pueden hacer verdaderas obras de arte, por ejemplo con los que incluyen flores.

Pero muchas veces son muy difíciles de mantener. Hay formas de encontrar el equilibrio entre tener un jardín bonito y que no sea muy complicado de cuidar si se escogen las plantas adecuadas. Un ejemplar que es de los más duraderos y que mantiene sus flores hasta 120 días es el mirto chino, una planta que es capaz de crecer hasta ocho metros de altura cuando está en un entorno natural.

Es una planta originaria de Asia, pero que se ha extendido por jardines del mundo entero por su belleza y versatilidad, ya que se ha adaptado muy bien a diferentes climas, por ejemplo por Estados Unidos y Europa. Las hojas son caducas y se caen en otoño, pero se tornan de colores cálidos antes de hacerlo y proporcionan un espectáculo para los ojos.

Sin embargo, sus flores son lo más destacado de esta planta. Aparecen en racimos y pueden ser de muchos tonos: blanco, rosa, rojo, púrpura y lila. Existen varias variedades de mirto chino, cada una con sus propias particularidades en términos de tamaño, forma y coloración. Algunas de las más conocidas son 'Natchez', con flores blancas y corteza decorativa, y 'Tuscarora', que presenta flores de un vibrante color coral.

El mirto chino es relativamente fácil de cuidar, lo que lo convierte en una opción ideal tanto para jardineros novatos como experimentados. Prefiere suelos bien drenados y se adapta bien a una amplia gama de condiciones de luz, aunque florece mejor en lugares soleados.

Es resistente a la sequía, aunque se beneficia de un riego regular durante los primeros años de establecimiento. La poda es una práctica importante para mantener el mirto chino en su mejor forma. Debe realizarse a finales del invierno o principios de la primavera, antes de que comience el nuevo crecimiento. La poda ayuda a eliminar ramas muertas o dañadas y fomenta una estructura más robusta y una floración más abundante.