Así es la casa de Chábeli Iglesias en Palm Beach: madera, dos plantas y un gran jardín con piscina

Los aficionados a las reformas y a la decoración tienen en los hermanos Drew y Jonathan Scott una indudable referencia. Conocidos en España como 'Los hermanos Inmueble', los canadienses han logrado montar un imperio a base de pico, pala y olfato televisivo. Los hijos mayores de Julio Iglesias e Isabel Preysler, Chábeli y Julio José, han querido traer a España ese formato con alguna salvedad en 'Los Iglesias. Hermanos a la obra', que emite RTVE. En el formato, los Iglesias entran en la casa de algún personaje conocido y ponen en marcha una transformación de la que el famoso de turno parece no tener detalles.

Por supuesto, han intervenido en la famosísima casa de Isabel Preysler de Puerta de Hierro, aunque aún habrá que esperar para ver el resultado. La primera reforma que se emitió tuvo lugar en la casa de Yotuel Romero y Beatriz Luengo en Miami, sin que la protagonista de 'Un paso de adelante' se enterara de tal reforma hasta ver el resultado. El programa se emitió tarde, después del partido de fútbol entre España y Francia y en términos de números fue un éxito. Los hermanos Iglesias superaron el millón de espectadores y alcanzaron un 15.2% de share. Otra cosa fueron las chanzas y críticas de las redes sociales, un terreno siempre prolijo en este sentido.

La hermana mayor se encargó del diseño y la decoración y Julio José, del que nadie hasta la fecha sabía que es un manitas, ejecutó la reforma de la vivienda. Lo cierto es que Chábeli, como bien recordaba en una entrevista este miércoles 'Hola', lleva 20 años trabajando en la decoración de interiores, una profesión que le ha permitido estar más tiempo con su familia. Dos décadas comprando, renovando, decorando y vendiendo casas, incluidas las suyas propias, que han sido varias.

Chábeli y su marido, Christian Altaba, no han tenido pereza en esto de mudarse a lo largo de su vida en común. Durante los primeros años de su matrimonio la pareja se estableció en Carolina del Norte, donde Chábeli y Christian compraron un castillo que la hija de Isabel Preysler se encargó de reformar personalmente durante el embarazo de su segunda hija, Sofía.

Los rigores del clima no les convencieron y dos años más tarde la pareja invirtió en una exclusiva villa en Miami, más cerca de las casas de Enrique y Julio José, con los que siempre ha mantenido muy buena relación. Allí, en la bella zona de Pinecrest, la primogénita del clan adquirió en 2014 una bonita casa valorada en 2.343.554 dólares (1.999.363 euros), un buen monto pero nada del otro mundo si la comparamos con la de su hermano pequeño, Enrique, que vive en una mansión de 20 millones de euros. Escogieron esa zona por estar muy cerca del colegio de sus hijos (y de sus hermanos, por cierto),

La vivienda contaba con 812 metros cuadrados en un terreno de 4.000 en total. A diferencia también de la de Enrique, la de Chábeli no estaba cerca del mar, sino en un barrio acomodado, rodeado de palmeras y jardines clásicos, donde las altas vallas y la frondosa vegetación impiden ver las viviendas que se resguardan de los curiosos. La de la primogénita de la familia tenía dos plantas, siete habitaciones y ocho cuartos de baño. Además, contaba con una gran piscina, jacuzzi y porche. Cuando la compraron, tal y como pudo confirmar Vanitatis con la documentación pública de Miami Dade, estaba totalmente reformada.

En esa casa de Pinecrest estuvieron viviendo todos hasta que la pandemia les hizo reconsiderar de nuevo su lugar de residencia. Entonces la familia se volvió a mudar, esta vez a una casa frente al mar en Palm Beach (donde las mansiones no bajan de los diez millones de euros) que estuvieron reformando durante un año, huyendo del ajetreo de la ciudad. Esta casa es protagonista habitual de las redes sociales de Chábeli, donde muestra su trabajo como decoradora en su propia casa. Gracias a ellas podemos averiguar la personalidad de la hija de Julio Iglesias a la hora de decorar: un estilo clásico y limpio.

En el exterior, donde la hija de Isabel Presyler cuenta con una terraza de grandes dimensiones, un jardín y una piscina idílica, Chábeli ha utilizado las fibras naturales para dar calidez al espacio, con colores neutros que favorecen la luminosidad y le dan todo el protagonismo a la piscina y las plantas. Un auténtico paraíso, si le sumamos las tumbonas de la piscina para ver el atardecer.

En el salón observamos de nuevo el uso de colores claros para potenciar la luz, que no parece que falte por otra parte. Con una gran estantería a medida y varios sofás modulares también blancos, la estancia respira confort. La revista de decoración 'El Mueble' ha analizado las distintas estancias de la casa, y en el salón destaca "las puertas y mobiliario en madera", que dan calidez y aportan "un toque moderno". "De esta forma, se mantiene un equilibrio muy actual que se combina con piezas más clásicas como la colección de porcelana azul y blanca que decoran los estantes de su mueble de televisión".

Dice Chábeli que a la hora de decorar un dormitorio "los colores neutros" son sus favoritos porque "ayudan a crear una atmósfera relajante". "Me encanta darle un toque de color con flores, cuadros o alguna decoración especial", explica ella misma. Su dormitorio es fiel reflejo de esto, con un gran cabecero de capitoné y el uso recurrente del color blanco en los textiles y las paredes para aportar frescura y luminosidad a esta estancia.

Aunque si hay un rincón que nos ha gustado especialmente ese ha sido la biblioteca, con amplias librerías de madera que combina con sofás y alfombras estampados, también con motivos muy tradicionales. Decoración clásica para este espacio de cierto aire masculino que cuenta con un privilegiado rincón de lectura. El resto de la casa sigue la misma máxima: clasicismo, luz y algún toque moderno con el uso de papel pintado y piezas compradas en sus viajes.