Así cambia tu cuerpo si haces Pilates dos veces a la semana
Incorporar Pilates en la rutina semanal está ganando popularidad entre quienes buscan mejorar tanto la fuerza física como el bienestar mental. Practicar Pilates dos veces
Las diferentes rutinas relacionadas con el Pilates no dejan de ganar popularidad entre quienes buscan mejorar tanto la fuerza física como el bienestar mental. Así, sea con ejercicios de Pilates de pared o actividades para practicar incluso desde casa, los beneficios de esta disciplina en áreas como la postura, el equilibrio y el estado de ánimo son más que evidentes.
Una actividad física que se puede practicar a diario, combinada con otro tipo de tablas o ejercicios, y que se adapta muy fácilmente a diferentes necesidades y niveles. Aunque, hoy ponemos el foco en descubrir qué le ocurre al cuerpo, cuándo se practica Pilates dos veces a la semana de forma habitual.
A través de diferentes estilos de Pilates, que se pueden combinar con otro tipo de ejercicios el resto de la semana, se aprecia una mejora de la fuerza y tonificación muscular. Así, uno de los cambios más visibles al practicar Pilates regularmente es el desarrollo de fuerza en los músculos del core (el núcleo o eje del cuerpo). Esta disciplina se centra en los músculos profundos del abdomen, la espalda y los glúteos, fundamentales para una buena postura y equilibrio.
Por ello, al realizar Pilates dos veces por semana, el cuerpo comienza a tonificar estos músculos, lo que genera un abdomen más firme y una espalda más fuerte. Este fortalecimiento reduce el riesgo de dolores de espalda y mejora la resistencia muscular. Además, también mejora la flexibilidad y movilidad articular. Los ejercicios de Pilates incluyen movimientos suaves y controlados que reducen la rigidez corporal.
Beneficios del Pilates contra la vida sedentaria
Lo que es especialmente beneficioso para quienes pasan largas horas sentados o tienen estilos de vida sedentarios, ya que Pilates ayuda a contrarrestar el acortamiento de los músculos y a mejorar la postura general del cuerpo. Precisamente en referencia a la postura, este tipo de práctica también genera cambios significativos en la alineación del cuerpo y la conciencia postural.
Además, este tipo de ejercicios también favorecen la salud cardiovascular de forma indirecta. Aunque no se trata de un ejercicio aeróbico de alta intensidad, sus movimientos contribuyen a mejorar la circulación sanguínea, llevando oxígeno y nutrientes a todo el cuerpo. Esto, a su vez, promueve una mayor vitalidad y un mejor funcionamiento del sistema inmunológico. Sin olvidar que es una terapia complementaria ideal para personas con dolores crónicos o lesiones.
A ello hay que sumar otro aspecto muy destacado, sus beneficios en la salud mental. El Pilates favorece la reducción del estrés y fomenta una mayor concentración. Al realizar movimientos controlados y coordinados con la respiración se vive un momento similar a la meditación. Por ello, los expertos explican que quienes practican Pilates mantienen sensación de calma que les acompaña incluso tras su práctica. Aunque, más allá de sus propiedades, es fundamental contactar con un profesional médico o fisioterapéutico para conocer cómo adaptar su práctica a cada necesidad personal.
Las diferentes rutinas relacionadas con el Pilates no dejan de ganar popularidad entre quienes buscan mejorar tanto la fuerza física como el bienestar mental. Así, sea con ejercicios de Pilates de pared o actividades para practicar incluso desde casa, los beneficios de esta disciplina en áreas como la postura, el equilibrio y el estado de ánimo son más que evidentes.