Cómo elegir el mejor yogur de supermercado: estas son los básicos que requieren los de calidad

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El yogur, además de ser un alimento versátil y delicioso, es una fuente importante de proteínas, probióticos y otros nutrientes que pueden aportar grandes beneficios a la salud. Sin embargo, la gran variedad de opciones en los supermercados puede dificultar la elección de un yogur de buena calidad. Con etiquetas y reclamos publicitarios que van desde "sin azúcar añadido" hasta "orgánico" y "con calcio extra", saber qué buscar en un yogur saludable se ha convertido en una tarea compleja. Este artículo explora los aspectos clave para seleccionar un yogur nutritivo, analizando los ingredientes básicos y lo que hace que un yogur sea realmente de calidad.

El primer paso para identificar un yogur de calidad es observar la lista de ingredientes. Un yogur tradicional debería incluir únicamente leche y fermentos lácticos, ya que estos microorganismos son los que transforman la leche en yogur y le confieren sus propiedades probióticas. Cuantos menos ingredientes adicionales tenga, mejor. Evitar aquellos productos que contengan espesantes, estabilizantes o conservantes innecesarios puede ser una buena estrategia para garantizar que se está comprando un yogur lo más natural posible.

Muchos yogures de sabores o endulzados contienen grandes cantidades de azúcar añadido, lo que puede restar beneficios al producto. Los expertos en nutrición recomiendan optar por yogures naturales sin azúcar añadida, ya que el propio yogur contiene azúcares naturales (como la lactosa). Si se desea endulzar, es preferible agregar frutas frescas, miel o frutos secos, de modo que se evite el azúcar refinado y se controle mejor la cantidad de azúcares consumidos. Una referencia para tener en cuenta: un buen yogur natural debería tener alrededor de 4-5 gramos de azúcar por cada 100 gramos, provenientes únicamente de la lactosa.

El contenido de grasa en el yogur puede variar según si es entero, semidesnatado o desnatado. Aunque los yogures desnatados son populares entre quienes buscan reducir el consumo de grasas, los estudios recientes sugieren que las grasas naturales de los lácteos pueden tener beneficios para la salud, e incluso contribuir a la saciedad. Por ello, los yogures enteros pueden ser una buena opción para aquellos que buscan una alternativa nutritiva y más saciante. Además, el yogur es una buena fuente de proteínas, especialmente si es griego o estilo griego, que suelen contener el doble de proteína que los yogures convencionales.

Los probióticos, o bacterias vivas beneficiosas para la salud intestinal, son uno de los mayores beneficios del yogur. Para asegurar que el yogur elegido tiene estos microorganismos vivos, es importante que en la etiqueta se mencione “con cultivos vivos” o “con fermentos activos”. Esto es esencial, ya que los probióticos pueden ayudar a mejorar la digestión y fortalecer el sistema inmunológico.

Muchas marcas utilizan etiquetas llamativas y palabras de moda como “alto en proteínas”, “con calcio extra”, “sin lactosa”, o “0% grasa”. Aunque estos atributos pueden resultar atractivos, no siempre significan que el yogur sea más saludable o de mejor calidad. Al elegir, es importante basarse en los ingredientes y la información nutricional y no dejarse llevar únicamente por el marketing.