Adiós al estrés: conoce los dos procesos imprescindibles de nuestro organismo para poder controlarlo

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Nuestra vida cotidiana está dominada por la necesidad constante de ser productivos y está plagada de sobresaltos, haciendo que el estrés sea una parte inevitable de nuestro día a día. Sin embargo, existen herramientas y estrategias para combatirlo, y una de ellas está relacionada con el nervio vago.

Este nervio juega un papel esencial en la regulación del estrés, ayudando a devolver al cuerpo a un estado de calma después de situaciones estresantes. A través de la estimulación de este nervio podemos disminuir los efectos del estrés. Este proceso está relacionado con dos conceptos fundamentales: la homeostasis y la alostasis.

La homeostasis es la capacidad que tiene el cuerpo de mantener un equilibrio interno constante, independientemente de los estímulos externos. Es lo que nos permite funcionar de manera óptima en todo momento. Sin embargo, cuando el estrés altera este equilibrio, entra en juego la alostasis, un proceso que permite al organismo adaptarse a las demandas del estrés, ajustando su biología para recuperar la estabilidad.

Así pues, mientras que la homeostasis busca un equilibrio, la alostasis responde a los cambios que el estrés impone sobre nuestro cuerpo. Para manejar el estrés y recuperar el equilibrio, los expertos aconsejan llevar a cabo actividades que favorezcan la relajación de nuestro sistema nervioso central y conocer cómo funciona el nervio vago, ya que es el principal responsable de activar el sistema parasimpático, que ayuda al cuerpo a relajarse después de haber estado expuestos al estrés.

Cuando este nervio funciona correctamente, puede ser un gran aliado en momentos de tensión, por lo que adoptar hábitos saludables que favorezcan la reducción del estrés como hacer ejercicio, descansar de forma correcta y tener una buena alimentación, puede ayudarnos a mantener en buen estado nuestra salud mental y física.