Si tu edredón huele mal puede que lo estés lavando mal, según una experta
Un edredón limpio no solo mejora el descanso, sino que también dura más tiempo en buen estado. Unos simples errores al lavarlo pueden ser la causa de los malos olores
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Lavar un edredón en casa puede parecer una tarea sencilla, pero si después del lavado sigue oliendo mal, está apelmazado o ha perdido volumen, es posible que no lo estés haciendo correctamente. La experta en limpieza Pía Nieto, conocida en redes como 'PiaOrganiza', advierte que seguir unos pasos básicos marca la diferencia entre un edredón fresco y esponjoso y uno que queda con restos de humedad y malos olores.
Lo primero que recomienda la especialista es “leer siempre la etiqueta” del edredón antes de lavarlo. Cada material tiene necesidades específicas y una temperatura inadecuada o un centrifugado demasiado agresivo pueden deteriorar el relleno. También es importante “limpiar bien las gomas de la lavadora” antes de introducirlo, ya que la acumulación de suciedad en esta zona puede transferir olores o residuos al tejido.
Para eliminar manchas superficiales, Nieto sugiere “aplicar un quitamanchas en la parte superior del edredón” antes de meterlo en la lavadora. Una vez dentro, el programa ideal es “un ciclo delicado con agua fría o a un máximo de 30°C”, lo que ayuda a preservar tanto la tela exterior como la estructura del relleno.
En cuanto al detergente, recomienda “usar uno líquido y suave” para evitar residuos en el interior del edredón. En lugar de suavizante, sugiere añadir “vinagre blanco”, que ayuda a desinfectar y a eliminar posibles restos de jabón que podrían apelmazar el relleno.
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El secado es otro punto clave. Si se usa secadora, la experta aconseja seleccionar un “programa de baja temperatura” y añadir “pelotas de secado” para evitar que el relleno se apelmace. Si se opta por secarlo al aire, es mejor “colgarlo en horizontal en un lugar bien ventilado” y “sacudirlo cada cierto tiempo” en el caso de los edredones de plumas, para redistribuir el relleno de manera uniforme.
Siguiendo estos pasos, el edredón recuperará su frescura y volumen sin necesidad de lavados constantes ni productos agresivos. A veces, pequeños detalles marcan la diferencia y garantizan un mejor descanso con ropa de cama impecable.
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