Paco Arango: "Es imposible no involucrarse con el cáncer infantil"

A punto de cumplir una década Aladina, la fundación que creó para ayudar a niños y adolescentes con cáncer y apoyar afectivamente a sus familias, el empresario Paco Arango vuelve a fomentar la solidaridad. A través de su organización, se ha financiado en su totalidad la ampliación del Banco de Leche Materna Regional en el Hospital 12 de Octubre de Madrid, una iniciativa que servirá para ayudar a recién nacidos prematuros o enfermos.Además, continúacon sus proyectos de cine con una película que rodará en Estados Unidos con actores internacionales y que ya tiene título: Once por ciento.

PREGUNTA: Se ha convertido en un mecenas solidario, en un hombre muy espiritual.

RESPUESTA: Cuando te metes en un tema como el cáncer infantil, que te come la vida, es imposible no involucrarte en su totalidad. Y yo lo estoy y, además, soy feliz. Tengo una fe ciega en que existe un Dios, que después de esto hay algo más y que,a veces, una gran tragedia no termina en tragedia aunque nos los parezca.

P.: ¿Está de moda hablar de Dios?

R.: Creo que no. Lo único que me ha dado cumplir años es que me da igual lo que piense la gente. En ciertos círculos resultaba muy impropio hablar de Dios. Yo lo llamo “el Míster” y entonces parece que la cosa cambia. En Estados Unidos, entre los artistas, entre gente conocida, se habla de una forma mucho más abierta acerca de la creencia en Dios. En España es lo contrario.

P.: ¿Y por qué cree que es así?

R.: Aquí ha habido una gran opresión con la religión y eso no ayudó. Hubo una guerra civil que tampoco facilitó el poder hablar de Dios. Siempre digo que por qué no centrarnos en lo bueno que ha hecho Dios y no siempre en lo malo. Hay motivos suficientes para considerar que Dios existe y que quiere nuestro bien. Para mí es muy importante intentar transmitir lo que yo sé. He visto muchas tragedias en catorce años que llevo trabajando con niños con cáncer y cuando la medicina fracasa, hay que buscar la esperanza.

P.: ¿Cuál es su nueva iniciativa?

R.: Queremos desplazarnos fuera de la Comunidad de Madrid, donde estamos muy monopolizados.Es nuestro año de expansión y para eso necesitamos muchos más socios. Empezaremos en Sevilla, Bilbao, Valencia, Barcelona y Oviedo.

P.: ¿No es complicado diversificarse tanto en tiempos de crisis?

R.: Nunca vamos más allá de nuestras capacidades. Y no vamos a otras ciudades a pedir dinero, sino a echar una mano. Lo que hacemos no es disparatado y es muy efectivo porque, para nosotros, cada niño es único. Hay mucha gente que colabora económicamente desde muchas partes de España, y esta es una manera de devolver esa solidaridad. Hay aportaciones desde cinco euros al mes.

P.: ¿Tiene tiempo para usted?

R.: Por supuesto, porque lo que yo hago me hace muy feliz. Ahora mismo hay un niño en el hospital que está muy malito y su madre tiene un don maravilloso con los remedios caseros. Y yo la estoy ayudando a plasmarlo en un blog.Tengo una vida muy llena, pero tampoco he abandonado mis proyectos laborales. Estoy cerrando una película en Estados Unidos que se llama Once por ciento, con grandes actores y con la que estoy muy ilusionado. Yo me lo paso muy bien, soy un tipo divertido.

P.: Su equilibrio emocional debe ser muy fuerte

R.: Estar entre la vida y la muerte diariamente hace que tu vida no sea la misma porque la existencia esta distorsionada. Cuando se mueren niños aprecias cada minuto de tu vida. A los padres que han perdido a sus hijos los juntamos y los cuidamos durante un año. Es como un reciclaje que ya entra en mi realidad. Lo más difícil en la vida es que todo el mundo quiere ayudar, pero pocos quieren oír hablar de esto porque existe mucho dolor en estos temas. También te diré que donde más he visto el amor en estado puro es al mirar un niño enfermo con sus familias.

P.: Es una situación injusta…

R.: Por supuesto. Pero yo no estoy para decir por qué ocurren estas tragedias, pero para lo que sí estoy es para asegurarme de que el espíritu de lucha nunca decaiga.

P.: ¿Entre los famosos hay gente solidaria?

R.: Sí, hay futbolistas que son muy solidarios. Ronaldo, por ejemplo, se porta de forma impresionante con los niños. Es increíble cómo se implica con ellos y cómo llora cuando alguno ha muerto. Es un tipo muy generoso y absolutamente solidario. Y, además, es donante de médula.

P.: Ahora hay un nuevo proyecto de Aladina que tiene que ver con el Banco de Leche Materna

R.: Ya es una realidad. En seis meses conseguimos el dinero y ahora se inaugura coincidiendo con el Día Mundial de la Donación de Leche Materna. El banco de leche ya existía en el hospital 12 de Octubre; el problema era que no tenían capacidad para almacenar y, por lo tanto, se perdía. Hay historias increíbles de mujeres donantes que han perdido a sus bebés y acuden para ceder su leche a recién nacidos enfermos o prematuros. Aunque parece que vivimos en un mundo hostil, no es cierto. Cada día me emociono con la grandeza de mucha gente buena, solidaria y generosa.

P.: ¿Y cuál ha sido su papel?

R.: De este proyecto nos habló la doctora Pallas. Un día me contó que estaba buscando dinero para hacer la ampliación de ese servicio, que fuese útil para que todos los neonatos de la comunidad de Madrid pudieran tener leche materna. Me explicó que, como siempre, la falta de liquidez no lo hacía viable. Aladina consiguió que, gracias a una donación anónima, este proyecto se hiciera realidad. Ahora, el hospital 12 de Octubre puede suministrar leche materna al resto de centros donde se encuentran esos bebés enfermos ingresados en las unidades de neonatología. Era muy injusto que hubiera recién nacidos que tuvieran menos posibilidades de sobrevivir precisamente por esta cuestión. Ahora hemos eliminado esa barrera.

P.: Tiene suerte, sus proyectos se hacen realidad y no siempre es así.

R.: Lo bonito de la vida es creer que sí lo puedes conseguir. En este caso, esta leche supone un aliciente para vivir, para que crezcan sanos. En Aladina nos ocupamos de ayudar a niños con cáncer y, en este caso, nos parecía muy importante apoyar a bebés que arrancan su vida en unas condiciones que no son las ideales.