'La culpa fue de Ponzano', los solteros de oro detrás de los locales de moda de Madrid

Ponzano se ha convertido en la nueva milla de oro de las cervecerías de Madrid. Actores, músicos, futbolistas e influencers en general se dan cita de jueves a domingo (sobre todo) para disfrutar del planazo que ofrece uno de los puntos neurálgicos más castizos de la capital, en el que una pareja de socios reina desde hace poco menos de dos años. Son jóvenes, con contactos y visión. Te presentamos a dos de los solteros de oro más cotizados del panorama nacional.

Miguel Nicolás y Luis Torremocha han levantado en tan solo un año y medio un rentabilísimo imperio gastronómico en una de las calles más concurridas de Madrid. El ‘fenómeno Ponzano’ tuvo la 'culpa' y ellos la visión. Lo demás, todo es éxito: cuatro restaurantes en esta zona y otros tres que abrirán sus puertas de aquí al final de verano.

En total, siete restaurantes que dan vida al casi recién nacido Grupo Lalala, que en poco más de un año y medio se ha convertido en uno de los más fuertes de la ciudad. Y es que de casta le viene al galgo. Miguel, uno de los socios fundadores del grupo, es hermano de Fernando Nicolás, grupo Larrumba, detrás de los restaurantes con mayor lista de espera para cenar de Madrid.

10 años de amistad y otros tantos como socios

Pero aquí no solo cuenta el bagaje de Nico, como le conocen en Madrid. Luis también tiene una amplia experiencia en el sector de la hostelería y en el de las relaciones públicas (es uno de los motores el festival Starlite en Marbella). Amigos desde casi diez años, antes de montar este imperio gastronómico fueron socios, tal y como ellos relatan a Vanitatis, en “otros asuntos”. Discotecas, eventos puntuales con restaurantes, una experiencia rica y variada que ha propiciado su éxito en esta aventura que no para de crecer.

Cuando les preguntamos por cuál será el siguiente paso, contestan con rotundidad: “Nos hemos propuesto no abrir más hasta que tengamos todo lo que tenemos consolidado porque, claro, nos quedan aún mil millones de cosas por limar”. Con tres aperturas pendientes durante los próximos meses (en Huertas, Aravaca y Doctor Castelo), ahora se centran en sus lanzamientos y en reforzar la parte de back office. “Estamos invirtiendo mucho en oficina”, confiesa Miguel.

Pregunta: Cuatro restaurantes, ahora tres más… ¿Qué fiebre os ha dado para abrir todos los restaurantes que estáis abriendo en Madrid en tan solo un año y medio?

Miguel Nicolás (M.N.):Yo estoy de acuerdo en que ha sido un poco locura. De hecho nos hemos propuesto no abrir más hasta que tengamos todo lo que tenemos consolidado porque, claro, nos quedan aún mil millones de cosas por limar. Fue un poco fiebre por culpa de La Lianta. Que iba muy bien y dijimos: "¿Por qué no, Ponzano?". Fue precisamente por la fiebre Ponzano. La culpa fue de Ponzano.

P: ¿Y los otros tres? Porque estos sí que no están en Ponzano

M.N.: De los tres que abrimos ahora, dos los cogimos casi en la época que nos dio por coger los de Ponzano, lo que pasa es que los vamos a abrir ahora más tarde.

P: ¿Por qué Ponzano y a quién buscábais atraer?

Luis Torremocha (L.T.): Empezamos en La Lianta porque nosotros somos clientes de la calle de hace quince años. Siempre íbamos mucho a El Doble, una de las mejores cervecería-marisquerías de Madrid. Teníamos la calle muy estudiada y sabíamos que faltaba algo distinto para gente un poco más joven, entre 25 y 30 años, con el precio medio del ticket un poco más bajo. ¿Qué buscábamos? Dar lo mismo y añadir la copa y el ambiente. Aprovechamos también el nicho de mercado que había de horario, nos funcionó y llegamos aquí.

Los secretos de cada local

Son muchos locales, todos diferentes. No solo en ubicación, sino también en decoración, carta y concepto. De La Lianta al que pronto abrirá en Doctor Castelo hay grandes diferencias. Sin embargo, todos ellos, tal y como explican los socios a Vanitatis, siguen un hilo conductor que a su vez supone la clave de su éxito: la barra de cerveza.

La Lianta y La Gustava (uno de los que abrirán las puertas próximamente) van a ser en esencia iguales: barra de cerveza, tapas frías, el aperitivo de toda la vida con las copas de después para poder 'liarse' como Dios manda a la hora que sea (horario non stop).

La Malcriada y el nuevo local de Aravaca también tienen puntos en común. Con la misma base de barra de cervecería y aperitivo de latitas y cocina fría, pero con un plus de carta de cocina caliente de picoteo (las bravas y las croquetas son su gran hit).

La Estlecha, su gran innovación: una cervecería japonesa con una barra de sushi increíble y coctelería nipona. Toda una revolución que ha enamorado a todos los que han ido, incluido Javier Cámara, el protagonista de una de sus anécdotas más sonadas. "Vino especialmente porque había una barra japonesa en Madrid, con coctelería y cerveza japonesa que el tío no lo había visto en su vida". "Es un producto distinto, que a lo mejor tarda más en hacerse, pero que sin duda sorprende a quien lo prueba".

La Charla y su próximo restaurante en Doctor Castelo elevan la comida a otro nivel. Aún con la barra siempre presente, en ambos casos, el local se concibe como un lugar en el que sentarse, disfrutar de una buena comida, alargar las sobremesas y disfrutar de una copa sin tener que moverse del sitio. En el caso del que está por venir, la experiencia gastronómica subirá especialmente de nivel gracias a la cocina de 90 metros cuadrados con la que contará. Entre sus especialidades: muy buena carne, de parrilla, y marisco los fines de semana. "Va a ser la locomotora del grupo", confiesan.

Socios conocidos como 'embajadores'

Pero no todo en esta vida son las redes sociales. Sus años como relaciones públicas, en concreto, sus largos veranos en Starlite, han propiciado que cuenten con amistades tan rentables como las que mantienen desde hace años con Maxi Iglesias, por ejemplo.

El actor es socio en varios de los locales del grupo. Cada restaurante es una sociedad independiente, lo que permite que cuenten con una gran flexibilidad a la hora de asociarse y de encontrar participaciones. Algunos, como Maxi, o los socios trabajadores del grupo repiten, pero en ningún caso buscan que haya el mismo número de socios en todos los locales.

Aunque en la mayoría de los casos los socios son anónimos, existe una excepción: el local que dentro de apenas un par de meses abrirán en el barrio de Huertas (La Gustava). Allí, destacan entre los socios que se han sumado al éxito de Miguel y Luis, Úrsula Corberó y su novio, Chino Darín, y otros actores de la zona que no han dudado en invertir en el que se ha convertido en el grupo de cervecerías de moda de la ciudad.

Por cierto, este medio se ha puesto en contacto con ellos para preguntarles si podemos tildarles de solteros de oro. La respuesta ha sido un rotundo sí.

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