Muere Rubalcaba, hombre clave en la abdicación y en el 'caso Botsuana' del Rey

Este miércoles, Alfredo Pérez Rubalcaba, exdirigente del PSOE, sufrió un ictus. Tras unas horas en estado de "extrema gravedad" ha fallecido a las 15:30 horas de esta tarde. Su impronta en la historia reciente de nuestro país no se limita a su mando al frente del partido socialista, sino también al papel que jugó en la abdicación del rey Juan Carlos en junio de 2014. De hecho, la familia real ha emitido un sentido comunicado en Twitter acerca del papel institucional que el político jugó.

[ACTUALIZACIÓN: Muere Alfredo Pérez Rubalcaba]

Retrocedamos en el tiempo: en marzo de ese mismo año, Rubalcaba ya sabía que el emérito quería abdicar. Durante una conversación privada, el propio don Juan Carlos le comunicó su intención de dejar el trono. Fue entonces cuando el socialista supo que en su partido, tradicionalmente republicano, se abriría un debate acerca de la opción de volver a una República. En ese sentido, él abogó por no poner fisuras a la sucesión de Felipe y fue una pieza clave para taponar una posible polémica.

En su declaración institucional, aseguró que Juan Carlos culminaba "un reinado que ha estado presidido por su compromiso inquebrantable con la democracia y con los derechos y libertades de todos los españoles (...) El Rey ha asegurado la integridad del Estado, ha preservado el funcionamiento de las instituciones y ha sido un factor clave en la cohesión de todos los ciudadanos en torno a un esfuerzo colectivo de paz, libertad y bienestar social, el mejor periodo de nuestra historia moderna".

Rubalcaba también defendió la preparación del entonces príncipe Felipe: "Es el mejor aval para que el reinado que ahora va a iniciar constituya un nuevo periodo de éxito en nuestra convivencia colectiva". Unos meses antes, Rubalcaba ya demostró su defensa de la monarquía como institución. España entera se escandalizó ante la fotografía que mostraba a don Juan Carlos tras cazar un elefante en Bostuana; una instantánea que incluso provocó aquel "Lo siento mucho. Me he equivocado y no volverá a ocurrir". La aparición repentina de Corinna como personaje en la ecuación real tampoco ayudó a la imagen del monarca, que pasó de ser la gran figura que evitó el golpe de Estado a un señor con defectos (el no respeto a los animales o su lista de supuestas amantes).

Durante una rueda de prensa en la que fue preguntado por el tema, Rubalcaba evitó pronunciarse sobre la polémica. "No voy a echar más leña a un fuego que no creo que sea bueno para España ni para las instituciones (...) Lo que tenga que hablar con el Rey, lo voy a hablar, no me da ningún susto (...) Es una persona muy comprensiva. El Rey escucha y es comprensivo, y sabe distinguir cuando hace una cosa bien y cuando la hace mal. Es una persona muy receptiva", dijo.

La simpatía de Rubalcaba por la familia real era manifiesta y está de sobra ilustrada. Recordadas son sus fotografías bromeando con la infanta Elena durante los actos del Día de la Hispanidad de 2012, por ejemplo. Esta y otras anécdotas dan una idea de la dimensión del político y de su lealtad hacia el emérito y los suyos. También hacia el entonces príncipe Felipe, una de las personas que, seguramente, más se ha preocupando por su salud.