Pilar Goya, cuarenta años al lado de Alfredo Pérez Rubalcaba
Científica, profesora y tremendamente discreta. Cuatro décadas ha compartido junto al político sin que casi nadie notara su presencia más allá de los círculos en los que se mueve
Los vecinos de la urbanización de Majadahonda, lugar de residencia del matrimonio formado por Pilar Goya y Alfredo Pérez Rubalcaba, están más que acostumbrados a la presencia de la pareja paseando por la zona y sus alrededores. Unas veces caminando por el Monte del Pilar, otras acudiendo al cine en el Zoco, comprando en Ahorra Más (el supermercado más cercano a su domicilio) o cenando con el exportavoz del PSOE en el Ayuntamiento de Madrid Jaime Lissavetzky y su esposa, Pilar Tijeras, íntimos de la pareja.
[Muere Alfredo Pérez Rubalcaba]
Lissavetzky y Rubalcaba fueron compañeros desde pequeños en el colegio El Pilar, situado en la calle Castelló, y cuando ambos se casaron, las dos Pilares se hicieron también íntimas. Las dos parejas comparten vacaciones. Unas veces en Llanes, 'cuartel general' de los Rubalcaba-Goya, a los que se les suele ver a menudo en verano almorzando en el chiringuito de Toranda después de una mañana de playa. Los clientes están tan acostumbrados que ya no les resulta novedad. Igual que sucede en Majadahonda. Hay una anécdota relacionada con esta normalidad en sus vidas: cuenta una vecina que coincidió con ellos el día de Nochebuena comprando en el supermercado de al lado de su casa y “no llamaban la atención y se movían con total naturalidad, llenando su carro”.
Esa normalidad es la que ha caracterizado a Pilar Goya, doctora en Ciencias Químicas, con un espectacular expediente académico desde pequeña. Primero en el Instituto Británico, después como estudiante en la Universidad Complutense (donde conoció a su marido) y a continuación en el desarrollo de su profesión. Es profesora de investigación en el CSIC, vicepresidenta de la Real Sociedad Española de Química, directora del Instituto de Química Médica y vicepresidenta de la ONG Save the Children.
Eduardo García-Junceda, compañero en el CSIC, la definía hace tiempo como “una persona realmente extraordinaria con una capacidad de trabajo impresionante y lo mismo en el apartado divulgativo. Se la puede considerar una de las químicas más importantes que hay en el país”.
Una eminencia discreta
No era del dominio público que la doctora Goya fuera la mujer de uno de los hombres más poderosos en los gobiernos del PSOE con Felipe González y Zapatero. De hecho, en la época en la que fue profesora en el instituto Leonardo Da Vinci de Majadahonda, los propios colegas no se enteraron de quién era su marido hasta que, al hacer el Camino de Santiago con los alumnos, la acompañaban dos escoltas. Fue entonces cuando descubrieron la relación de Pilar Goya con el vicepresidente y ministro de Cultura.
La discreción y la invisibilidad ajena a su vida laboral han sido su lema. Son pocas las veces que se la ha visto en actos relacionados con la actividad política de Rubalcaba y tampoco a la inversa. Ambos han sabido diferenciar sus proyecciones públicas y compartir las aficiones privadas. El periodista Daniel Forcada, autor del libro 'Rubalcaba: el hombre de los mil secretos', corrobora este aspecto. “Acudí para documentarme a la Residencia de Estudiantes, donde daba una conferencia sobre Marie Curie. Fue muy amable pero me dijo: 'No te lo tomes a mal, pero he decidido que no voy a hacer ningún tipo de entrevista, y a todo el mundo que me lo ha pedido le he dicho que no”.
La sala estaba llena de estudiantes y científicos que la aplaudieron al terminar su exposición. La mayor parte de la sala desconocía que la conferenciante era la mujer de uno de los hombres más potentes de la política española. Siempre ha querido el anonimato y las únicas entrevistas que ha dado han sido relacionadas con su trabajo. Y cuando los periodistas lo han intentado, la respuesta siempre es la misma. Muy correcta, muy educada y avisando desde el primer saludo su respuesta negativa.
Un largo camino
Pilar Goya y Alfredo Rubalcaba se casaron en 1979 cuando ella regresó de Alemania tras pasar un tiempo becada. Se habían conocido en la universidad y además de la Química, compartían ideología socialista y amigos. Pilar vivió parte de su infancia con sus abuelos cuando sus padres se fueron, por trabajo, a Estados Unidos. El matrimonio ha pasado por momentos muy complicados tanto en el aspecto personal, al fallecer tres hermanos de Pilar, como en la época en la que Rubalcaba fue ministro del Interior con asesinatos de ETA casi a diario.
De las pocas veces que se les ha visto juntos en un acto público fue en la recepción en el Palacio Real tras la proclamación del príncipe Felipe como Rey de España. Acudió junto a su marido y se la pudo fotografiar en el besamanos. Él ya había anunciado que se retiraba de la política activa. Para Pilar Goya esta decisión fue una de sus grandes alegrías; así pudo empezar a compartir momentos de ocio y disfrutar más de su casa en Llanes.
Los vecinos de la urbanización de Majadahonda, lugar de residencia del matrimonio formado por Pilar Goya y Alfredo Pérez Rubalcaba, están más que acostumbrados a la presencia de la pareja paseando por la zona y sus alrededores. Unas veces caminando por el Monte del Pilar, otras acudiendo al cine en el Zoco, comprando en Ahorra Más (el supermercado más cercano a su domicilio) o cenando con el exportavoz del PSOE en el Ayuntamiento de Madrid Jaime Lissavetzky y su esposa, Pilar Tijeras, íntimos de la pareja.