El blindaje de la boda de Louis Ducruet: ¿exclusiva o privacidad?
La policía de Mónaco cortó todos los accesos a la Catedral de San Nicolás para que ni prensa ni público estuvieran cerca durante la boda del hijo de Estefanía de Mónaco
Estamos todavía consternados por la boda de Louis Ducruet y Marie Chevallier. Y no precisamente por el vestido de la novia, que suele ser lo que más atención acapara en este tipo de acontecimientos. El hecho de que el enlace se celebrara en la Catedral de Mónaco hacía pensar que la prensa iba a tener acceso a la llegada de invitados, de los novios y de sus familiares. Pero no. A medida que avanzaba el día, empezaban a aparecer pistas por las que empezábamos a sospechar que no íbamos a ver ni una foto de la boda -salvo las que ellos quisieran regalar más esperada del verano.
Casi todos los comentarios sobre el enlace apuntaban en la misma dirección. Los accesos a la Catedral de San Nicolás estaban cortados y ni la prensa ni el público podía estar cerca de la entrada para presenciar la llegada de los novios: "La policía monegasca ha bloqueado todas las calles que conducen a la catedral con barreras" o "En Mónaco han cerrado las calles de acceso a la catedral" eran algunas de las noticias que llegaban minutos antes de la boda, sembrando la duda de si podríamos ver todas las fotografías o tendríamos que esperar a las que los propios novios quisieran distribuir de forma oficial o a las que consiguieran los paparazzi más espabilados.
Y precisamente por esta vía llegaban las únicas imágenes de Marie Chevallier en su camino a encontrarse con su ya marido, al que daba el primer 'sí quiero' el viernes, en una ceremonia civil y muy íntima que tuvo lugar en el Ayuntamiento del Principado. En las fotografías podemos ver a la novia sentada en la parte trasera de un Rolls Royce descapotable y adornado con flores para el gran día. Y Marie se lleva una mano a la cara para engujarse las lágrimas.
Gracias al taller parisino que ha ayudado a Pauline Ducruet en la creación del vestido, teníamos una idea de cómo iba a ser antes de la llegada de la novia a la catedral, aunque gracias a esta imagen, podíamos ver el peinado, el collar, los pendientes y el colorido ramo, además de suponer que sería su hermano quien la acompañara hasta el altar, ya que iba sentado en la parte delantera del vehículo.
Como sospechábamos, y como ya hicieron sus primos Casiraghi, Louis y Marie eligieron las fotos que querían compartir y las hicieron llegar a los medios, cuatro fotografías con las que tenemos que hacernos una idea de cómo fue la boda, y eso que se celebró en un lugar público.
Estamos todavía consternados por la boda de Louis Ducruet y Marie Chevallier. Y no precisamente por el vestido de la novia, que suele ser lo que más atención acapara en este tipo de acontecimientos. El hecho de que el enlace se celebrara en la Catedral de Mónaco hacía pensar que la prensa iba a tener acceso a la llegada de invitados, de los novios y de sus familiares. Pero no. A medida que avanzaba el día, empezaban a aparecer pistas por las que empezábamos a sospechar que no íbamos a ver ni una foto de la boda -salvo las que ellos quisieran regalar más esperada del verano.