Las visitas secretas de Carlos García Revenga a Iñaki Urdangarin en prisión
El exsecretario de las infantas Elena y Cristina, imputado en el caso Nóos, es una de las personas que con más frecuencia va a Brieva. "Es un hermano mayor para ellas", dicen
Carlos García Revenga ha sido y es como un hermano mayor para las infantas Elena y Cristina. Una persona que entró en sus vidas cuando eran pequeñas, como profesor, y que se ha quedado como uno de sus grandes apoyos. Por eso es algo de lo más normal para ellas que una de las personas que más ha visitado a Iñaki Urdangarin en la prisión de Brieva sea precisamente él.
Son visitas frecuentes, muy tranquilas, que sirven al marido de la infanta Cristina de vía de escape. Tal como ha podido saber y confirmar Vanitatis, la infanta Elena y Carlos García Revenga son dos de las personas que más visitan a Iñaki.
Hay que tener en cuenta que la familia Urdangarin vive en Vitoria, Barcelona y hasta Estados Unidos, con lo que las visitas semanales son más complicadas de organizar, sobre todo en tiempos de pandemia. Lo mismo le sucede a doña Cristina, quien afincada en Ginebra no puede venir tanto como querría. Por eso las visitas de García Revenga son un bálsamo de paz para el exjugador de balonmano.
El exsecretario de las Infantas es uno de los pocos amigos que tiene Elena de Borbón, quien mantiene un círculo cerrado al que deja entrar a pocas personas. La hermana mayor del Rey, por ejemplo, visitó a su padre en Emiratos la semana pasada y lo hizo envuelta de tal secretismo que cuando el viaje apareció en la prensa sorprendió a muchos de quienes la conocen. García Revenga es una de esas personas de su círculo, y también del de Cristina de Borbón, cuyos amigos levantan muros cada vez más altos en torno a su persona.
Víctima, no culpable
El caso Nóos fue un antes y un después en la Casa Real y en las relaciones familiares de sus miembros. Iñaki Urdangarin, su mujer y su cuñada, todos están convencidos de su inocencia y de que el exduque de Palma no es más que una víctima. Y así mismo piensa García Revenga, quien llegó a estar imputado en la instrucción del juez José Castro por colaborar con Urdangarin en la organización de sus empresas.
El magistrado quería saber en aquel momento sus funciones como tesorero y la relación con el entramado societario de Urdangarin y Torres. Una vez escuchado, el juez Castro levantó la imputación y, por lo tanto, queda libre de cualquier acto irregular.
Despedido
Esa imputación le costó perder la confianza del actual Rey. Este extrabajador de Casa Real era un tipo de total confianza de la anterior jefatura, secretario de las Infantas desde 1993. Las había conocido cuando era profesor de física y matemáticas en el colegio Santa María del Camino, donde estudiaban las hermanas de Felipe VI. Estudió después Magisterio y pasó a dar clases a las hijas del entonces Rey en su casa, en Zarzuela.
Pero la vida pasa, y cuando don Juan Carlos abdicó se reestructuró la Casa y tanto Elena como Cristina pasaron a ser miembros de la familia del Rey, no de la familia real, por lo que perdieron cualquier atribución, lo que incluía los servicios de García Revenga.
El exsecretario de las Infantas consideró que su despido había sido improcedente y presentó una demanda en Magistratura de Trabajo contra sus empleadores, la Casa del Rey, acaso la primera de este tipo. Zarzuela admitió que existía un conflicto laboral y en el juicio el demandante aportó las nóminas así como documentación que acreditaba sus veinte años como trabajador. La demanda fue finalmente desestimada.
Este proceso sirvió para que la ruptura de García Revenga con Felipe VI y Letizia fuera todavía más evidente e irreparable. No así con las hermanas del monarca, para quienes su secretario sigue siendo ese hermano mayor fundamental en sus vidas. El hombro en el que llorar, la cara con la que compartir unas risas.
Carlos García Revenga ha sido y es como un hermano mayor para las infantas Elena y Cristina. Una persona que entró en sus vidas cuando eran pequeñas, como profesor, y que se ha quedado como uno de sus grandes apoyos. Por eso es algo de lo más normal para ellas que una de las personas que más ha visitado a Iñaki Urdangarin en la prisión de Brieva sea precisamente él.