Los gestos de cariño de Letizia y su interés por los nísperos en la entrega del Cervantes

Parece la semana temática de la literatura para la reina Letizia. Si este martes participaba en la entrega de los Premios SM El Barco de Vapor y Gran Angular, este miércoles ha tocado el turno del Premio Cervantes. Junto con el rey Felipe, se ha desplazado hasta la localidad valenciana de Oliva para hacer entrega de este reconocimiento anual a Francisco Brines, cuya edad y su delicado estado de salud no le permitían trasladarse para recibirlo en la ceremonia que habitualmente se celebra en la Universidad de Alcalá de Henares, coincidiendo con el Día del Libro. Al ser un acto íntimo y en la propia casa del poeta, ha sido Zarzuela la que ha distribuido, en esta ocasión, el material gráfico, con un vídeo protagonizado por los gestos de cariño de Letizia con el escritor.

Tanto el Rey como la Reina le han agradecido sinceramente que les haya abierto las puertas de su casa para entregarle el prestigioso premio literario y compartir un ratito con él y con algunos familiares, testigos del emocionante momento. Y uno y otro se han olvidado de los protocolos, mostrando su lado más espontáneo y afectuoso con el protagonista de la jornada. Incluso la importancia del momento ha hecho que se olviden de las recomendaciones sanitarias, y no han dudado en estrechar la mano del escritor, aunque sí han mostrado su respeto a los familiares llevándose la mano al corazón, el gesto más habitual de ambos desde que comenzara su vida pública en medio de la pandemia.

Desafortunadamente, la salud del escritor hace que no se le entienda con demasiada claridad, pero sí sabemos que ha agradecido las palabras y gestos de cariño de los Reyes. Como decíamos, en las imágenes vemos a una Letizia especialmente afectuosa con su anfitrión, al que ha dado las gracias por su hospitalidad a la hora de hacerle entrega del Cervantes, este año atípica, como ya lo fue la del pasado año. El poeta les ha recibido en un patio exterior, al aire libre, una zona llena de vegetación que el rey Felipe ha descrito como "un pequeño paraíso" y que, precisamente, luego ha dado lugar a otra de las anécdotas del día, casi al terminar la visita y haber compartido unos momentos con el galardonado.

Pero antes ha sido el monarca el que ha impuesto a Brines la medalla distintiva del Premio Cervantes. Al ponerse de pie para hacer la entrega, el escritor ha hecho amago de levantarse, un gesto que Letizia ha atajado. "No hace falta que se levante", le ha indicado, muy pendiente de su bienestar. Al terminar, ha sido el propio monarca el que ha pedido un aplauso a los presentes, dos familiares del escritor, además de Ximo Puig, presidente de la Comunidad Valenciana, y José Manuel Rodríguez Uribes, ministro de Cultura. Pero el hecho de que no fuera un aplauso muy multitudinario no ha impedido que fuera muy sentido y con mucho afecto para el protagonista del día, que ha hecho que veamos una faceta muy poco habitual tanto en el rey Felipe como en la reina Letizia.

Pero la emoción y los gestos de cariño de Letizia con Francisco Brines también han dejado hueco a una curiosa anécdota. Y es que, a la salida de la casa, los Reyes se han interesado por los nísperos que hay en el jardín del escritor, que no ha dudado en ofrecer algunos para probar. Un ofrecimiento que sí han aceptado algunos miembros de la Casa Real. Viendo su interés -no es la primera vez que a la Reina le llaman la atención este tipo de cosas-, el presidente valenciano, Ximo Puig, ha querido hablarles de los de la localidad alicantina de Callosa, "deliciosos en esta época del año".